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No soy Pedro Castillo, o sí

«Sus redes sociales arden de mensajes llenos de odio y comentarios de toda índole sobre el ya ex mandatario peruano»

Solemos tener nombres que coinciden con otros. Nos suelen bautizar por un buen antepasado, una santa, e incluso, últimamente, hasta por cantantes o actores. A Pedro Castillo, un veterano músico venezolano, esta semana le han vuelto a recordar que no es único en el mundo. Coincide con el efímero presidente de Perú. Sus redes sociales han ardido de mensajes llenos de odio y comentarios de toda índole sobre el ya ex mandatario peruano.

Él avisa, bien grande y repetido, en su perfil de Twitter: «Amigos peruanos. Lean bien: Yo no soy el presidente de Perú». Sin embargo, no dejan de citarle y dejarle por escrito lo que piensan de él. «La inmediatez de estos tiempos hace que la gran mayoría de la gente no se tome el tiempo de leer, de pensar, y a través de las redes sociales y más aún en Twitter canalizan su rabia, su frustración, su molestia y actúan hormonalmente y de forma acelerada sin darse cuenta de a quien están insultando o a quien se quieren referir», me cuenta Castillo. El cantante confiesa que «incluso medios de comunicación cometen esa ligereza. En Lima me entrevistaron hace tiempo en el “late night” más visto para hablar de la confusión, y al día siguiente el mismo canal de televisión me etiquetó como si yo fuese el presidente».

Reconoce que todo comenzó cuando el otro Castillo se postuló como candidato a las presidenciales y desde entonces, «cada vez que se produce un hecho controvertido en Perú que implica al presidente, comienzo a recibir avalanchas de mensajes. Pero sin lugar a dudas, esta semana ha sido la peor». Pero no solo hordas de tuiteros se confunden. «Me han etiquetado de ministerios, de instituciones gubernamentales, del Congreso, e incluso el primer ministro de Defensa de Castillo me puso la renuncia a mí a través de Twitter y no me quedó más remedio que aceptarla», explica con gran sentido del humor el músico venezolano.

Castillo confiesa que su nombre es importante para él, lleva el de su padre y «a estas alturas es una responsabilidad». Como buen compositor, admite que «de todo esto, quizás el tema que podría inspirar una canción sería la identidad. ¿Quién soy, por qué llevo un nombre, seré diferente si lo cambio? No es mala idea».