ERC

Canela fina: El «do ut des» con ERC

«Esquerra Republicana de Cataluña se ha convertido en el socio preferente de Pedro Sánchez y del sanchismo»

Antonio Díaz Cañabate se reía cuando alguien le recordaba lo que de él todo Madrid decía: «¿Quién es ese Cañabate que en todas partes se mete y en todas partes le dicen: Cañabate, coño, vete?». Crítico ponderado y sagaz, autor de teatro no desdeñable, solía citar unos ripios que, tras la explosión multitudinaria de la sociedad civil la semana pasada en la plaza de Cibeles, parecen escritos para el líder sanchista. «Guarda el número de actores / guarda el autor su excelencia / guardan los actos señores / y más guarda la paciencia / de tantos espectadores».

La paciencia de las españolas, en fin, la paciencia de los españoles está llegando al término del largo corredor político. Pedro Sánchez no pacta con posiciones centristas como hizo Felipe González cuando lo necesitó, sino con el extremismo de la ultraizquierda y con los anticonstitucionalistas que pretenden trocear España. Corteja de forma insólita y tenaz a la Generalidad, a ERC y a Aragonés. El entorno sanchista ha negociado ahora con el secesionismo la abstención en el plan anticrisis y parece dispuesto a que su lacayo, Salvador Illa, que fue omnipresente ministro, se sume a ERC para arreglar los Presupuestos de la Generalidad, suspendidos en la cuerda floja del Parlamento catalán. ERC es ya el aliado preferente del sanchismo, Bildu a la zaga. Lo fue en la investidura, se consolidó con los Presupuestos Generales del Estado, lo será si Pedro Sánchez vence en las próximas elecciones generales sin mayoría suficiente. En tal caso, parece claro que ERC –do ut des– intentará cambiar escaños por referéndum.

Alberto Núñez Feijóo, por fin, ha sabido reaccionar y lo ha hecho con eficacia, incluso con solemnidad. En su propuesta a la nación hay algún punto incierto o conflictivo, pero, en líneas generales, el presidente del Partido Popular se propone derogar aquello que ha hecho el sanchismo y que fragiliza el espíritu y la letra de la Constitución, de la Transición, de la magna operación política que en 1978 trasvasó a España, sin traumas ni violencias, desde una atroz dictadura de cuarenta años a la democracia pluralista plena que ha proporcionado al pueblo español, paz, libertad y prosperidad.

Luis María Anson, de la Real Academia Española