«De Bellum luce»
El amigo que nunca le falla al presidente
Los abertzales nunca se desmarcan del camino que marca el presidente del Gobierno
El registro del Congreso de los Diputados lo «canta» sin esconder nada. Mal que bien, todos los miembros de la mayoría de investidura han fallado alguna que otra vez a Pedro Sánchez en sus apoyos parlamentarios. Todos, salvo una excepción, Bildu. Los abertzales nunca se desmarcan del camino que marca el presidente del Gobierno. Son la mascota más fiel de los socialistas, la mejor enseñada, sin duda. No le dan ni un susto al equipo de Moncloa, y están para lo que se les llame.
Bildu tiene ahora la urgencia de que salgan adelante los Presupuestos porque les va la vida en la buena salud del líder socialista, entre otras cosas porque cargan todavía con facturas por cobrarle en lo que toca a la salida de los presos etarras. Ellos no dudan, como sí les ocurre a los catalanes, de que los socialistas cumplirán el compromiso firmado con ellos, aunque sí dudan de que se les pueda cruzar en el camino alguna adversidad que les deje sin el «chollo» que hoy tienen en Madrid, como se escucha a alguno decir en el País Vasco.
Por cierto, es curioso que haya pasado tan desapercibida una reciente afirmación del «amigo» Otegi, que si viniese de un dirigente del PNV, ¡y qué decir si hubiera salido de boca de un miembro del PP!, habría provocado todo un levantamiento de la izquierda por xenófoba y racista. El «amigo» Otegi considera que el fenómeno imparable de la migración se está convirtiendo en una gran amenaza para la identidad vasca: ahí queda, sin los filtros que se le exigen a los de la derecha porque el eructo viene de alguien barnizado de progresista y de izquierdas en Madrid.
De la misma manera que podría decirse que Otegi está en estado de enamoramiento permanente con Sánchez, hay otra fuerza que mueve el mundo con más intensidad que el amor, y es el odio. Y por más que los que están interesados en augurar una larga vida a la Legislatura busquen argumentos para justificar que Puigdemont sigue necesitando a Sánchez, no hay un solo motivo político ni jurídico para validar tal tesis. El futuro de la amnistía no solo está en manos del Tribunal Constitucional en el que se da por segura la mano del presidente, sino también del Tribunal Supremo y de Europa. Y ahí no tiene nada que hacer el presidente… En todo caso, yo lo que no dejo de preguntarme es para qué quiere Puigdemont nuevas competencias que luego gestionará Illa.
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