Sin Perdón
Ayuso acierta ignorando a Sánchez
«Ayuso no tiene que reunirse con un político que miente y le insulta siempre que puede»
No existe ninguna obligación institucional de acudir a una reunión con un presidente del Gobierno que te insulta. Es algo de sentido común. Mis padres me enseñaron que es mejor no relacionarse con determinadas personas, porque no tienen solución. En cierta ocasión se nos acercó una persona desagradable y al irse mi padre me dijo «no es de los nuestros». No lo decían en un sentido clasista, sino que era un maleducado. Ayuso hace muy bien rechazando la reunión con Sánchez. Es algo que valorarán todas las personas de bien. Las dos razones aducidas son incuestionables. No puede sentarse con alguien que ha negociado la ruptura de la Hacienda española y se ha rendido ante el independentismo. Es cierto que hay más razones, aunque no las entienda el sector acomplejado del PP, como los ataques al Estado de Derecho y la separación de poderes. Por ello, no entiendo que Borja Semper diga que si fuera Ayuso hubiera ido a la reunión, aunque entiende que no lo haga. Me ha quedado la duda de si era necesario que la presidenta madrileña se tirase al suelo al llegar ante Sánchez o era suficiente con que le hiciera la reverencia de Corte como si fuera nuestro soberano.
Es muy desesperante constatar que Borja no aprende, aunque me caiga muy bien en lo personal. El sanchismo es una tragedia para la democracia española. Hasta que los Semper del PP no lo entiendan, la enfermedad se extenderá hasta corromper todas las instituciones y debilitar nuestra democracia. Feijóo no gobernará mientras haga semperismo o sorayismo que es lo mismo. Al mal no se le combate repartiendo sonrisas. Han de entender que los más de 11 millones de españoles que votan al centro derecha no quieren contemporizar o buen rollo con Sánchez. La otra razón aducida por Ayuso es más personal pero no por ello menos grave. Sánchez y sus sicarios la difaman con una perseverancia repugnante y machista. El sanchismo se hunde por los casos de corrupción y su rendición ante los independentistas y los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA. Por una cuestión de dignidad personal y política, por respeto a las instituciones, Ayuso no tiene que reunirse con un político que miente y le insulta siempre que puede.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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