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Casi tres millones de españoles son potenciales reservistas de las FAS

El servicio militar obligatorio fue suspendido en nuestro país, que no eliminado, en 2001

España cuenta en la actualidad con 114.060 efectivos militares. Todos profesionales. Este nuevo ejército profesional sustituyó al modelo anterior, basado en el servicio militar obligatorio, que fue suspendido, que no eliminado, por el Real Decreto 247/2001, 9 de marzo. Pero solo una década después, el Real Decreto 383/2011, de 18 de marzo, aprobaba el Reglamento de Reservistas de las Fuerzas Armadas. En su artículo 50 se establece, que si no quedaran satisfechas las necesidades de la defensa nacional con la incorporación a las Fuerzas Armadas de reservistas voluntarios y de especial disponibilidad, el Consejo de Ministros solicitará del Congreso de los Diputados autorización para la declaración general de reservistas obligatorios.

Y en su artículo 51 establece que obtenida la autorización del artículo anterior, el Gobierno, mediante real decreto, establecerá las normas para la ejecución de las actuaciones que comporta la declaración general de reservistas obligatorios que afectará a todos los españoles, hombres y mujeres, que en el año cumplan una edad comprendida entre diecinueve y veinticinco años. Con los datos del INE actualizados al 31 de diciembre de 2023, el potencial humano que incorporarían las Fuerzas Armadas Españolas sería de 2.892.552 reservistas obligatorios.

En su artículo 55 se establece que el Consejo de Ministros, mediante sucesivos reales decretos, fijará el calendario de incorporación de estos reservistas obligatorios e irá concretando su aplicación con criterios objetivos por años de nacimiento a todo el conjunto o a un número determinado, conforme a las necesidades que defina el Ministerio de Defensa.

El actual ejército profesional español se encuentra en su mínima expresión, incluso muy reducido para tiempos de paz. Lo urgente es ampliarlo en efectivos humanos en un 40% en los próximos cinco años al objeto de alcanzar los 160.000 efectivos, 115.000 de ellos en el Ejército de Tierra. La elevada tecnificación de la Armada y del Ejército del Aire no exigen un incremento de sus actuales dotaciones de personal, a excepción de la Infantería de Marina que debería ampliarse hasta completar dos brigadas.

Lo que sí es urgente es duplicar el material y sistemas de armas; doblar el número de aparatos del Ejército del Aire y crear escuadrones desplegables de drones armados. Multiplicar por dos las unidades de combate de superficie de la Armada y una segunda base de submarinos en el norte y alcanzar la decena de S-80, así como 25 cazas F35B para dotar a 2 LHD. En cuanto a Tierra, hay que aumentar el número de brigadas medias, así como las acorazadas y mecanizadas, y potenciar la artillería autopropulsada y la anti aérea/anti misil. Y crear una brigada de artillería de lanzadores cohetes/misiles tierra/tierra.

Por otra parte, la tropa procedente de la movilización de reservistas obligatorios tardaría en alcanzar el nivel necesario para combatir, mientras que llega a su operatividad puede sustituir en el territorio nacional a las fuerzas profesionales expedicionarias que España enviaría a las ofensivas del este de Europa y Sahel, y reforzar notablemente los contingentes militares fuera de la península en Ceuta, Melilla, islas y peñones en el Norte de Marruecos, Baleares y Canarias, despliegues estos netamente defensivos. Así como apoyar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el control interno del territorio y combatir a saboteadores y enemigos infiltrados o nacionales al servicio de potencias enemigas extranjeras.

Tras el colapso de la Unión Soviética, Europa comenzó a «desarmarse». Países Bajos suprimió el servicio militar obligatorio en 1991, Bélgica, en 1992; Francia, en 1996; Italia, en 2000; España, en 2001; Alemania, en 2011… Ahora la amenaza que representa en Europa y en el Sahel la Rusia heredera de la URSS nos obliga a «rearmarnos». Si vis pacem para bellum. Si quieres la paz, prepárate para la guerra. En Europa tenemos la experiencia de 1937 y 1938 en la que las potencias occidentales cedieron cobardemente ante el chantaje de Alemania y a pesar de ello estalló la guerra en 1939. Ahora Europa planta cara al invasor ruso y sabe que si cae Ucrania luego se invadirá los países bálticos y seguidamente el este europeo, los Balcanes y la península escandinava. 85 años después Europa se prepara nuevamente para un conflicto bélico en el este de continente y en el norte de África. Para vencer no solo debemos tener la razón de nuestro lado, sino también la fuerza.