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Desde la CEDA hasta la CEDIA

«Sumar agrupa a 15 partidos distintos. Hay un precedente de derechas. En la República se unieron 20 para las elecciones»

Karl Marx (1818-1883) escribió mucho, pero entre toda su obra quizá lo más popular y conocido sea el famoso principio de «El 18 de Brumario de Luis Napoleón»: «La historia se repite dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa», que es una adaptación de algo que ya había dicho Hegel (1770-1831). Desde entonces han florecido los defensores y críticos de esa tesis y todo apunta que la polémica no terminará nunca. Los partidarios de la repetición de la historia la ven, de alguna manera, en el variopinto conglomerado Sumar que lidera Yolanda Díaz, integrado nada más y nada menos que por 15 partidos políticos diferentes, todos de extrema izquierda y no siempre bien avenidos, cuando no enfrentados como ocurre con Podemos, que todavía tiene pendiente explicar cómo es posible firmar «sin estar de acuerdo» el pacto de coalición. Quizá la clave está en que Pablo Iglesias ya decía que lo de la política era cabalgar sobre contradicciones, mientras que esa Yolanda Díaz que le ha traicionado, en la mejor tradición comunista, presume de conocer los deseos de España.

El experimento de Sumar, con 15 partidos al retortero, tiene un precedente –de derechas y también de extrema derecha– remoto en España, que llegó incluso al Gobierno y que no acabó bien. Ocurrió en la Segunda República. Eligió el nombre de CEDA, acrónimo de Confederación Española de Derechas Autónomas , estaba liderada por José María Gil Robles (1898-1980) y agrupaba a la friolera de 20 partidos, que nunca dejaron de ser un guirigay, tener rencillas y enfrentamientos. Casi cien años después, en un contexto muy diferente Sumar recuerda de alguna manera aquel ensayo político que ahora bien podría llamarse CEDIA (Confederación Española De Izquierdas Autónomas) y cuyo objetivo es volver a tocar poder y aplicar políticas radicales, todo bajo el paraguas de la cara amable de Yolanda Díaz, pero continuidad de las impulsadas por sus enemigas Montero y Belarra y por ella misma que, según los resultados de las municipales y autonómicas no parecen entusiasmar a los electores. Los 15 partidos de Sumar aglutinarán más votos, pero no dejarán de ser diferentes y todo un guirigay, eso sí, se repita o no la historia, con el referente último de Marx.