El ciclo sanchista ha sido demoledor para el PSOE en las reválidas electorales

En las elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023, celebradas en doce de las diecisiete regiones, y en las municipales, realizadas en todos los municipios de España, el resultado podría calificarse de vuelco político, de cierre de un ciclo y la inauguración de otro que llevará a medio plazo a que el PP releve al PSOE en el Palacio de La Moncloa.

Los populares, bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, se pusieron al frente de la mayoría de ayuntamientos de la nación, con 23.412 concejales, mientras que el PSOE quedaba relegado al segundo puesto con 20.784 ediles. En ese cita crucial, que supuso un giro de 180 grados en el escenario institucional, el PP consiguió incrementar sus concejales en 3.048 nuevas actas con respecto a las elecciones de 2019.

Pero en esa misma jornada que se decidía las alcaldías de pueblos y ciudades, doce parlamentos autonómicos también se sometían a su renovación.

El PP conservó las dos con las que contaba; Comunidad de Madrid y Región de Murcia, pero conquistó seis más: Extremadura, La Rioja, Islas Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana y Cantabria. El Partido Regionalista de Cantabria perdió esta última, el resto fueron arrebatadas al PSOE.

Los socialistas también fueron desalojados del gobierno de Canarias, que pasaba a Coalición Canaria con el soporte del PP.

A esta debacle electoral socialista en 2023 se unía el pasado 18 de febrero Galicia, en donde el PSOE pasó del 19,4% al 14,0% de los apoyos electorales.

En 2022 asistimos a otras dos sonoras derrotas del PSOE en Andalucía y el Castilla y León, en donde perdió 3,8 y 4,7 puntos porcentuales, respectivamente.

Con lo que el mapa territorial queda finalmente en 11 comunidades gobernadas por el PP, frente a tan solo 3 con presidente del PSOE, que venía de ser mayoría en nueve, y una por PNV, una por ERC y una por CC.

En votos, los populares se imponen a los socialistas en 11 de las 15 autonomías que recientemente han celebrado elecciones, entre 2022 y 2024.

Mientras que los socialistas ganan al PP en solo cuatro: Castilla-La Mancha, Canarias, Extremadura y Asturias. Las otras 2 autonomías son País Vasco y Cataluña, que votarán en abril de 2024 y en febrero de 2025, respectivamente, siempre que en el Principado no se decida un adelanto.

En julio de 2023 el PP derrotó al PSOE en las elecciones generales. Las derechas se impusieron a las izquierdas en el Congreso de los Diputados por 184 a 166 escaños.

Pero el cambio de bando de las formaciones conservadoras vasca y catalana, PNV y Junts, que se adhirieron a las izquierdas, hizo que la suma final fuese de 172 (PP+VOX+UPN+CC) frente a los 166 de la izquierda y los 12 de las derechas periféricas, vasca y catalana, que sumaron finalmente 178.

Las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024 es una oportunidad para que el electorado socialista envíe un mensaje de advertencia a su partido por su actual deriva.

Ya sucedió en las elecciones europeas de junio de 1994, justo treinta años separan ambas citas con las urnas. En 1994 fue la primera vez que el invencible, hasta entonces, PSOE de Felipe González, perdió una elecciones de ámbito nacional desde 1982.

El PP se impuso a los socialistas por casi 10 puntos, los mismos que indicaba la encuesta de LA RAZÓN del pasado mes de enero para las próximas elecciones europeas.

Aquellas elecciones europeas de 1994 fueron un punto de inflexión, terminaron con el ciclo socialista y alumbraron las dos victorias consecutivas del Partido Popular de José María Aznar, que se producirían seguidamente en 1996 y 2000.

Puede que el tiempo de Pedro Sánchez esté más cerca del fin de lo que piensa.