Angel del Río
Ambiente preelectoral y canapero
Última recepción de la fiesta de la Constitución en la sede del Gobierno regional de la actual legislatura. Con la afrenta separatista por un lado y la propuesta socialista de reforma de la Carta Magna por otro, no resultaba extraño que se colgara el cartel de «no hay billetes» en el frontispicio de la entrada a la Real Casa de Correos. Más asistentes que en otras ocasiones, por dos razones: el sentimiento de apoyo a nuestra Constitución y la necesidad de desfilar por la pasarela de la política, para que nadie olvide que siguen estando ahí cuando se proceda a la elaboración de las listas, aunque quien tenía que tomar buena nota de ello no se encontraba allí: la presidenta regional del PP, Esperanza Aguirre, que no estaba, pero se la esperaba, aunque optó por la ausencia. Muchos alcaldes, concejales, consejeros, diputados y altos cargos, aunque el perfil político de la convocatoria fue más bien medio-bajo. Ausencia incomprensible de representantes de Izquierda Unida, porque, ni con Podemos, ni con ellos, tienen remedios los males de IU. Algunos alcaldes invirtieron los papeles y preguntaron a los periodistas qué sabían de las intenciones electorales del PP, si tenían noticias sobre si podían estar tranquilos a la ahora de encabezar candidaturas; todos coincidían en que Rajoy es la mano que mece la cuna de los interrogantes.
Hay que destacar entre la marea humana de esta recepción, la presencia perceptible de los canaperos, tanto profesionales como aficionados, que huelen la recuperación económica a través de la abundancia y calidad de las viandas. Algunos buscaban al «pequeño Nicolás», habitual de estas citas, pero se encontraron con la inesperada presencia del ya ex consejero de Sanidad Javier Rodríguez quien me cuenta que está muy tranquilo, porque ha hecho las cosas bien, aunque las haya contado mal, y le encuentro algo dolido por haber no haber sobrevivido al ébola político. Una pareja se acerca, y le espeta: «Usted lleva razón en lo que dice, pero lo ha fastidiado con cómo lo ha dicho». Por otra parte, los partidos asistían a este acto con sus candidatos a la Comunidad y al Ayuntamiento ya proclamados, menos el PP, y un diputado me decía: «Los últimos serán los primeros, pero en el reino de los cielos; aquí, en lo terrenal, eso no vale». Discursos muy institucionales de la delegada del Gobierno y del presidente de la Comunidad, de entusiasmo y defensa de la Constitución, y poco más, salvo el regocijo de los canaperos, que barrieron los platos y la copas.
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