Iñaki Zaragüeta

Contradicción constitucional

El problema de la financiación autonómica cada día se complica más y más se liará porque el pecado es original, de la propia Constitución, en la que resulta complicado ensamblar algunos artículos al límite de la contradicción. Lo que sirvió en 1978 a nuestros constituyentes, hoy aparece trasnochado.

Nuestra Carta Magna consagra en su artículo 14 «los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Y en su disposición adicional primera dispone «la Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales», por la que Euskadi y Navarra gozan de un estatus especial en materia de recaudación y, por tanto, de financiación, dándose la casualidad de que son las dos autonomías con mejores datos de déficit, paro...

Este panorama sirve para que Cataluña reivindique imposibles en el marco constitucional, como ayer demostró la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, pidiendo un pacto especial en materia de financiación argumentando que está discriminada.

Atento estuvo el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para enmendarle la plana. «No es posible establecer un diálogo bilateral con la Ley en la mano. No es aceptable cuando otras Comunidades, como la Valenciana, aún están peor tratadas» que la limítrofe norteña, añado yo.

En fin, el tablero está complejo, pero, como dicen en mi pueblo, para las cuestas arriba quiero mi burro, que las cuestas abajo yo me las subo. Así es la vida.