Andalucía

Dopaje

Rajoy esta inhabilitado para gobernar en España porque ganó las elecciones gracias al dopaje. El «doping» según la frase exacta de Cayo Lara apoyada veinticuatro horas después por Rubalcaba. La sustancia anabolizante para darle músculo a la mayoría absoluta conseguida por el PP en noviembre del 2011 no es otra que la presunta financiación ilegal que, para la oposición, es algo demostrado porque así lo ha declarado Bárcenas ante el juez Ruz, después de haber dicho exactamente lo contrario hace unos meses. Los papeles del ex gerente y ex tesorero se han convertido en palabra de Dios para los socialistas y para Izquierda Unida, los socios de gobierno en Andalucía donde, por lo visto, no existe dopaje político. Si Cayo Lara fuera consecuente al menos estaría preocupado por los cientos de millones de euros que se repartieron durante muchos años de forma discrecional en los ERE presuntamente falsos. Y uso la palabra presuntos porque la jueza Alaya aún no ha terminado la instrucción aunque lo que sabemos hasta ahora es lo suficientemente escandaloso como para que las almas puras que componen la dirección de IU pidieran alguna explicación al PSA-PSOE, con el presidente Griñán a la cabeza. Pero Cayo y los suyos no van a dejar que se les escape ni un milímetro de moqueta por intentar limpiar los abusos de más de treinta años de régimen clientelar en Andalucía. Este es el país donde todo el mundo ve la paja en el ojo ajeno e ignora la viga en el propio, por eso a Bárcenas se le otorga toda la credibilidad mientras a Alaya se le acusa de poner en riesgo la democracia por mirar la basura debajo de las alfombras de la Junta. Pero en España decir esto es políticamente incorrecto porque la izquierda lleva más de tres décadas repartiendo los carnés de democracia, mientras la derecha es incapaz de romper con sus complejos históricos.