Carmen Enríquez

Ejemplo de austeridad

E l mensaje de las dos apariciones de los Príncipes en este décimo aniversario de su boda está claro: mostrar la imagen de una pareja unida y acompañada de sus hijas, las Infantas Leonor y Sofía, el logro más importante de su vida en común; y elevar exponencialmente la proyección y el interés mediático de la exposición de El Greco en Toledo, uno de los eventos culturales más importantes del año en España. Un doble acierto por parte de los responsables de Comunicación del Palacio de la Zarzuela.

A diferencia de lo que ha hecho recientemente en su aniversario de boda otra pareja de la realeza europea, que ha optado por dar una imagen romántica y glamourosa más acorde con su condición de príncipes, Don Felipe y Doña Letizia han optado por ofrecer una estampa más familiar y cotidiana como es la del momento a primera hora de la mañana en que salen de su residencia en el recinto de la Zarzuela y se disponen a llevar a sus hijas al colegio. Algo que hacen habitualmente a diario excepto cuando están de viaje o tienen que atender a sus obligaciones institucionales.

La visita a la muestra del pintor griego afincado en Toledo, que conmemora el cuatrocientos aniversario de su nacimiento, además de dar más visibilidad a una exposición que está batiendo récords en cuanto a la afluencia de visitantes, ha servido a los Príncipes de Asturias para mezclarse con los cientos de personas que cada día se desplazan a la capital castellano-manchega para ver la obra de El Greco.

Una vez más, la Familia Real da ejemplo de austeridad y huye de la pompa y el boato que tanto gustan en otras cortes europeas. Un detalle que, en estos tiempos de crisis, es de agradecer, por la sensibilidad –en esta ocasión de los Príncipes– que evidencia.