Política

Angel del Río

El circo de la Gran Vía

El circo de la Gran Vía
El circo de la Gran Víalarazon

EUno de los primeros cortos que rodó García Berlanga, cuando todavía era una promesa de futuro esplendor cinematográfico, lo tituló «El circo» (1949). Pues algo parecido a una filmación de espectáculo circense estilo Berlanga, lleva camino de convertirse lo vivido hace unas semanas en plena Gran Vía madrileña, cuando Esperanza Aguirre cometió la torpeza de aparcar su coche en el carril bus, y a partir de ese momento, comenzó el rodaje de lo que unos intentaron titular «Presidenta la fuga», y que ella prefirió acuñar como «Sexagenaria en apuros».

Antes del verano se celebrará el juicio donde quizá sepamos a ciencia cierta todos los pormenores de esta película urbana de estilo cómico-político. De momento, conocemos detalles que nos aproximan más al esperpento valleinclanianio que a un melodrama urbano. Acabamos de conocer que el agente de movilidad que denunció a Aguirre por intento de atropello, afortunadamente no quedó agente inmóvil en ningún momento, pues el reconocimiento médico al que fue sometido a poco de producirse la «fuga» en coche de Aguirre, y en el del día siguiente, no se le apreció lesión o daño alguno donde el interesado indicaba que le dolía. Todo parece formar parte de la exageración general que se advierte en este incidente con visos de culebrón político, como parecer advertirse también exageración en el tiempo que Aguirre dijo haber estado retenida por los agentes, que en realidad fue bastante menos del apreciado, quizá porque a ella se le hizo demasiado larga tan incómoda situación. Y exageración advierte el juez de Instrucción número 14 de Madrid en la denuncia de la asociación Transparencia y Justicia contra Aguirre por resistencia y desobediencia a la autoridad, pues no veo atisbo de delito, y lo califica, simplemente, como falta. Cuando terminemos conociendo todos los términos, pormenores, verdades, medias verdades y exageraciones interesadas de ese incidente en la Gran Vía, seguro que dará juego para un guión de película, capaz de superar al corto de Berlanga titulado «El circo».