Julián Redondo

El día malo

La Razón
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Perdió el Atlético en Gijón, perdió 84 balones y recuperó 40, también a Giménez con el 1-1 –se quedó con diez– y su posesión no superó el 37 por ciento en El Molinón frente a un Sporting juvenil con más corazón y garra que sumisión y talento. En los últimos 11 minutos de partido, con el ácido láctico en las orejas y un jugador menos desde el 88, el desplome fue definitivo.

Más allá del resultado, son cifras de un equipo exhausto, agotado por una prórroga y extenuado por una interminable tanda de penaltis que, al concluir favorable, resultó una liberación. Y una caída al vacío. El fútbol de hoy, con etapas diversas en competiciones diferentes, viene a ser como el Tour, un día malo y adiós a la clasificación general. Ocho puntos de ventaja le lleva el Barcelona con un partido menos, el que hoy juega en Villarreal. Antes de este traspié que hasta el minuto 80 señalaba 0-1, la Liga era complicada para el Atlético. Hoy es imposible, y la «Champions League», un sueño.

El mismo que persigue Zidane con el Real Madrid. Es la ocasión de su elenco para reconciliarse con una afición desengañada, y la suya si no quiere ser flor de un día en el banquillo. Pero antes, el Sevilla, que no gana fuera ni en el torneo continental ni en el doméstico. O no sabe o no puede; pero es un dato. La cita es en el Santiago Bernabéu, donde Zidane firma las mejores actuaciones. Juega Cristiano, que le ha metido 21 goles al Sevilla, y reaparece Benzema, si alguna dolencia o algún juez no se lo impiden. Pepe y Sergio Ramos se lo pierden. Bajas importantes en el centro de la defensa. Emery echará de menos a Konoplyanka, Vitolo, N’Zonzi y Banega, y le dolerá, probablemente, el choque del jueves con el Basilea.