Fichajes

El gordo

La Razón
La RazónLa Razón

No ha renovado aún. El 1 de julio de 2018, o unos meses antes, no más de seis para que la operación sea correcta y no se enfurruñe la FIFA, el chino de turno o el jefe de las jaimas puede ofrecer a Messi un contrato de 100 millones de euros netos por temporada y llevárselo. Peligro latente. Inversión colosal sin traspaso. Puede haber hasta prima de fichaje para papá. Es el Gordo.

Con la Justicia en los talones, causas pendientes de solución y un pastizal abonado en multas e impuestos, que Messi y su entorno no hayan ocupado el lugar reservado en la mesa de negociaciones y dilaten la cita es como para que Bartomeu esté de los nervios. Lógico. Porque, además, las cifras previstas para que la oferta sea irrechazable están más cerca del lujo asiático que de la tradición occidental, en absoluto comedida, por cierto.

El Barça ha mejorado el contrato de Messi al menos en siete ocasiones, y la siguiente es la más costosa y delicada, aunque esté más próximo al final de su carrera que al cénit. Se ha hablado de 80 millones brutos anuales, una cantidad que pone en riesgo el «fair play» financiero azulgrana después de revisar muy al alza los compromisos con Neymar, Suárez y Busquets. La suma que baraja el club es de 35 millones netos, lo que le convertiría en el futbolista mejor pagado del planeta a sus 31 años. Con cinco «melones de oro» –que diría Luis Enrique– en su sala de trofeos, la melonada sería no convencerle para que terminara su carrera donde la empezó. Partidos como el que protagonizó ante el Espanyol despejan cualquier duda sobre la idoneidad de afrontar una empresa económica de semejante calado, aunque la masa salarial se mude en el firmamento.

El Madrid no ha dudado en renovar a Cristiano Ronaldo (31 años) hasta 2021 por 23,6 millones netos por temporada, cifra publicada por un diario portugués. Es el precio de los goles, muy por encima de la edad, de la ley de la gravedad y de los paraísos fiscales.