Política

Presidencia del Gobierno

En la casa común caben todos, si quieren

En la casa común caben todos, si quieren
En la casa común caben todos, si quierenlarazon

La frialdad del presidente de la Generalitat de Cataluña y del presidente del Gobierno vasco en la histórica sesión parlamentaria en la que el Rey Felipe VI juró su cargo contrastaba vivamente con la calurosa acogida del hemiciclo y de las calles de Madrid. Y eso que el nuevo Rey se mostró en su discurso sinceramente conciliador, defendiendo la diversidad y tendiendo puentes de entendimiento entre unos y otros, sin renunciar, claro, a la unidad de España que exige el marco constitucional y que él siente de veras en su corazón. «En esta España unida y diversa cabemos todos», dijo. Incluso hizo una defensa de las distintas lenguas como una riqueza común, que fue, a mi juicio, una de las notas más novedosas de su mensaje, e incluso ha hecho el guiño final de dar las gracias a todos en castellano, catalán, euskera y gallego. Todo muy meditado. En realidad fue un discurso bien trabajado, irreprochable, de gran contenido social, en el que no faltó un recuerdo especial para las víctimas del terrorismo y para los más golpeados por la crisis y el desempleo. Pero está claro que Don Felipe es consciente de que la patata caliente que se encuentra al comienzo de su reinado es el problema regional, especialmente el caso catalán y, a no mucha distancia, el vasco. Es posible que no tarde en animar a aquellos a los que corresponde a acometer las reformas constitucionales que hagan falta, como pide ya un amplio sector del Parlamento, para ensanchar las estancias de la casa común y hacerla más confortable y llevadera para todos. Éste es un tiempo nuevo y ayer, después de una larga etapa de abatimiento, no pocos españoles recuperaron de nuevo la ilusión colectiva. No parece que sea el caso de Mas y de Urkullu, cuyo levísimo aplauso al nuevo Rey y a sus esperanzadoras palabras no pasaba de un educado gesto de compromiso, cargado de desdén. En el caso del representante de CiU, partido que tuvo un papel activo en la elaboración y puesta en marcha de la Constitución, significa un doloroso desenganche y un desprecio a sus antecesores, alguno de los cuales, como Miquel Roca, estaba en la tribuna. Ésta es una buena oportunidad para recuperar la concordia. Si no, tanto los nacionalistas vascos y catalanes como los despistados que se han quedado fuera aireando banderas republicanas quedarán al margen de la historia que viene.

padre e hijo se abrazaron, momento en el que quedó simbolizado el relevo en la Corona. Pero fue un gesto inesperado el que representó que ahora se abría un nuevo tiempo en el que llegaba la hora de Don Felipe: Don Juan Carlos atrajo a su hijo hasta él para cederle su asiento. Luego, se acercaron las infantas Leonor