Eurocopa

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La lista

La Razón
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Deschamps ha seleccionado para la Eurocopa abrumado por el sistema. Atendiendo a recomendaciones de instancias superiores ha prescindido de Benzema y Valbuena. Las complicaciones de Vicente del Bosque para elaborar el plantel distan de lo políticamente correcto. Prevalecen los datos y el instinto deportivo. En la preselección del Mundial de Brasil, el enemigo le criticó primero por prescindir de Arbeloa y después por no llamar a Carvajal. En el origen de la contradicción anida la animadversión. Le habían condenado antes de competir y el fiasco le llevó directamente al cadalso. Le esperaban los verdugos. Ahí siguen, apostados. La Selección ha perdido identidad sin Xavi, sin Alonso, sin Villa, presentes en el descalabro, pero no señalados antes del estallido. Aquella lista dejó de ser convincente al producirse el batacazo. Volaron las acusaciones como puñales y encarrilar la clasificación hacia Francia supuso un desencuentro entre la afición y la Roja que sólo una hazaña en el país vecino puede corregir. Posiblemente sea ésta la última lista de Vicente del Bosque.

Se mantiene el suspense sobre su futuro más allá del 10 de julio. Para no enredar, dice que está al servicio de la Federación; más bien parece que la decisión está tomada. También en lo referente a la convocatoria. Elegir es renunciar y sólo puede llamar a 23. Lo paradójico es que la incertidumbre apunta a la delantera, demarcación en la que España no presenta un catálogo de figuras indiscutibles. Alcácer y Morata son el relevo; Diego Costa, la eterna incógnita; Aduriz, la fiabilidad del máximo goleador nacional, y Torres, un valor en alza. El «Niño» no se postula porque tras dos años de ausencia no cree que vaya a ser convocado. De los cinco sobran dos. Es la primera prueba de fuego del seleccionador. La segunda, el titular en la portería.