La amenaza yihadista

¡No tenim por!

La Razón
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Hace 20 años la sociedad civil de Euskadi clamó: «¡ETA, aquí tienes mi nuca!», en medio de masivas manifestaciones contra el terrorismo tras el asesinato a sangre fría de Miguel Ángel Blanco. Nadie duda que el sacrificio del joven concejal vasco provocó el fin del miedo al terror etarra, y por primera vez la sociedad dejó de esconderse y se pasó a la acción. El nacimiento espontáneo del «Espíritu de Ermua» fue definitivo para la posterior derrota de la peor lacra que los españoles hemos soportado.

El terror del Estado Islámico ha golpeado de nuevo España, esta vez en mi ciudad, en Barcelona. Era un jueves radiante, poco antes de las 17,00 horas, un asesino atropellaba a decenas de personas en la Rambla de Barcelona, en el centro de la ciudad. Pocas horas después en una operación policial en Cambrils, cinco terroristas fueron abatidos por los Mossos d’Esquadra. Todos los indicios apuntan a que el atentado se preparaba desde hacía tiempo en Alcanar, donde la víspera del ataque se registró una explosión en una casa y dos personas resultaron muertas.

Somos muchos los catalanes que tenemos miedo de la actitud de los mandos de los Mossos d´Esquadra, que han accedido a los puestos de dirección debido a su pedigrí separatista. Tenemos miedo de la de-safección de las autoridades catalanas cuando el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, prioriza la hoja de ruta separatista a la lucha contra el terror. Tenemos miedo al ver cómo se quedan sin respuesta muchas preguntas: ¿Por qué los Mossos rechazaron la indicación del Ministerio del Interior y se negaron a poner bolardos en las Ramblas? ¿Por qué nadie en los Mossos hizo nada cuando hace 2 meses recibieron el aviso de la CIA del riesgo de atentados en las Ramblas? ¿Por qué los Mossos no dieron la alerta terrorista la madrugada del 17, tras la deflagración de un explosivo de alto poder en una casa ocupada por magrebíes en Alcanar? ¿Por qué los Mossos no comunicaron los hallazgos de la casa de Alcanar a la Guardia Civil? ¿Por qué no había Mossos visibles y con armas de alto calibre patrullando por los lugares turísticos de Barcelona? ¿Cómo es posible que una furgoneta arrolle a decenas de personas durante más de 500 metros en las Ramblas sin encontrarse un solo Mosso patrullando por esa zona? ¿Cómo es posible que el presunto asesino escape tranquilamente? ¿Por qué dijeron los Mossos que los terroristas estaban atrincherados en un restaurante turco de Las Ramblas? El pasado viernes miles de personas concentradas en la Plaça Catalunya gritamos al unísono «No tenim por!» («¡No tenemos miedo!»), en un desafío popular al terror, similar al iniciado en Ermua. Los gobernantes secesionistas manipularán, a través de sus ingentes recursos de comunicación, el noble sentimiento que de forma espontánea surgió en Barcelona bajo el grito de «No tenim por!», y lo usarán como lema desafiante hacia el gobierno de España en el pulso que plantean para el próximo 1 de octubre. A los terroristas que les quede claro que: «No tenim por!», pero de nuestros gobernantes separatistas no podemos decir lo mismo.