Pagaremos los de siempre

Una cosa dejó clara ayer el vicepresidente del Consell, José Císcar, respecto a los «defectos constructivos» del Palau de les Arts de Valencia: quienes no tenemos la culpa somos los ciudadanos, que somos precisamente los que, a través de nuestros impuestos, pagaremos las responsabilidades que el informe de la Generalitat reparte entre todos los sujetos intervinientes en el proceso de construcción, una conclusión que recuerda al viejo refrán «entre todos la mataron y ella sola se murió».

Lo cierto es que una de las obras emblemáticas de la ciudad, después de invertir una auténtica millonada, más de 400 millones de euros (casi 70.000 millones de pesetas), muestran unas irregularidades de origen por causa, según el pronunciamiento de expertos, de haberse aplicado unas técnicas sin haberlas experimentado anteriormente. No es la primera vez que las creaciones de nuestro valenciano universal, Santiago Calatrava, tiene que afrontar este tipo de problemas a pesar de los pingües beneficios que Valencia le ha reportado durante mucho tiempo.

Tiene razón Císcar al programar una solución en base a un acuerdo amistoso. Sin embargo, lo de «que las personas responsables hagan las reparaciones que corresponda» lo veo más complicado, a juzgar por losmcomentarios que hacen del valenciano afincado en Suiza quienes le conocen. Será difícil que acepte alguna culpabilidad y, mucho menos, rascarse el bolsillo, a no ser que el Consell recurra a donde no quiere, la vía judicial. Así es la vida.