Que paguen

Las indemnizaciones, por muy cuantiosas que sean, no mitigan el dolor de las víctimas y familiares de una tragedia que podría haberse evitado, como es el caso de Madrid Arena, pero al menos suponen una compensación, una forma de hacer justicia y que los culpables paguen. El fiscal ha estimado en más de un millón de euros el montante de las indemnizaciones, cifra que me parece escasa para el daño producido, como escasa me pareció la fianza impuesta al principal imputado, Miguel Ángel Flores, para que quedara en libertad. Cuando se celebre el juicio y queden sentenciados los culpables, quedará fijada la cuantía de las indemnizaciones, y entonces veremos si los condenados son solventes y pueden hacer frente a las mismas, o si se declara alguna responsabilidad subsidiaria para garantizar el pago.

En el caso de la discoteca Alcalá 20, donde hubo 82 muertos y decenas de heridas, las indemnizaciones fueron millonarias y fruto de un acuerdo entre las partes. El Ayuntamiento de Madrid tuvo que asumir el pago correspondiente por las negligencias que se cometieron, pero al fin y al cabo las terminamos pagando todos los madrileños con nuestros impuestos. En el caso del Madrid Arena esperemos que no ocurra lo mismo y que los auténticos responsable de esta desgracia, sean los paganos materiales de las indemnizaciones que se fijen. Las víctimas y sus familiares tienen derecho a esta compensación económica por el daño y el dolor ocasionados, pero que no haya terceros paganos. Con el dinero no se recuperan vidas, ni se alivia el sufrimiento, pero al menos se hace justicia.