Julián García Candau

Tres descensos

Era la tarde del adiós. Se fueron jugadores y entrenadores y, lo que es peor, se despidieron de Primera tres clubes. Los concernidos en el drama del descenso trataron de defender su derecho, pero la combinación de resultados entre cuatro tenía que condenar a tres. El Deportivo, que lo tenía mejor que los demás, encajó un gol de Griezmann y se condenó. Por el contrario, el Celta, con tanto de Insa, se apuntó a la permanencia. Su entrenador, Abel, ya salvó al Granada en la última jornada de la pasada Liga. Y ayer lo volvió a hacer. También hizo de tripas corazón el Mallorca, cuyas posibilidades eran muy remotas. Habían de favorecerle tantas combinaciones que parecía imposible. Pero hizo el esfuerzo.

Estaba en juego la cuarta plaza de Liga de Campeones. Marcó un golazo Banega y la respuesta realista en Riazor no se hizo esperar. Luego terció en Nervión un árbitro que según la enseña del uniforme es internacional, Clos Gómez. No pitó un penalti de Cala a Soldado, ni el que le hicieron a Canales, y sí señaló el de Ricardo Costa y, a continuación, expulsó injustamente a Jonas. En tres minutos, por no decir un instante, el Valencia se quedó a expensas del empate del Deportivo.

La Real hizo gran temporada y merecía estar entre los elegidos. El Zaragoza volvió a jugar con fuego y se ha quemado. En la última jornada se juega con la suerte y no siempre favorece. Los títulos y los descensos se fraguan durante el torneo. Los lamentos de última hora son tristes, pero se pueden presagiar con antelación.

P. D.: Las despedidas de Abidal y Palop fueron tal vez las más emotivas. Se ganaron los homenajes.