
El trípode
Cuatro dignos diputados para acabar con esto
La reputación de España como una democracia europea digna de tal calificación está padeciendo un serio deterioro
No hay palabras para calificar el espectáculo protagonizado por la mujer de nombre Leire Díez, y cuya fama y su relación con el gobierno y el PSOE ya han trascendido nuestras fronteras. Incluso el mismo «The Times» británico se hace eco del bulo de la bomba lapa contra el vehículo de Sánchez, y de que los tres corifeos sanchistas para la ocasión –vicepresidenta Montero, ministra portavoz Alegría y ministro «candidato anti Ayuso» Óscar López– todavía no se han disculpado de sus graves acusaciones, dándolas por ciertas. En cuanto a lo sucedido ayer en la comparecencia tan anunciada como esperada de la «ex» militante socialista Leire Díez, para informar de su actividad como «periodista de investigación» –tras estar dos horas en Ferraz y salir diciendo que «había pedido la baja como militante para no perjudicar al PSOE»–, solo cabe decir que se cumplió el refrán de que en ocasiones «la realidad supera a la ficción», en cuanto al bochorno retransmitido. En esa comparecencia para acreditar que «se puede ser socialista y periodista» (sic), y que su actuación era como tal «para un libro que está preparando», ya anunció que no habría preguntas. Lo que sin duda ya es «marca de la casa» de la «transparencia sanchista», que no ha dado una rueda de prensa aceptándolas desde hace más de un mes. Por cierto, Bolaños habló de «progresistas y honrados» y Leire ha acuñado un nuevo concepto para la hemeroteca. Pero pretender hacer creer que los audios que han desencadenado la actual situación corresponden a la «ex PSOE» investigando la corrupción como periodista, y no conspirando contra el teniente coronel de la UCO al frente de la investigación judicial que afecta a la mujer y al hermano de Sánchez, además de Ábalos, Koldo, el fiscal general, etc., debió ser el guion que le dio Santos Cerdán en las dos horas que estuvo en Ferraz. La irrupción en el escenario por parte de Aldama y el ya conocido Pérez Dolset en funciones de guardaespaldas suyo cambió el guion original de la obra teatral, en un circo, pero con muy poca gracia. De hecho, la reputación de España como una democracia europea digna de tal calificación está padeciendo un serio deterioro con un «gobierno» en manos de un dirigente político prófugo de la justicia en el extranjero, por promover un golpe de Estado, y conformado por una «coalición plurinacional de comunistas diversos», secesionistas indultados y amnistiados sin arrepentimiento ninguno y sucesores políticos de ETA. Una réplica actualizada del Frente Popular de 1936, integrado por el PSOE, PCE, ERC y PNV. Los mismos que ahora, más Otegi y Puigdemont que nacieron más tarde.
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