Opinión

El debate y los 100 diputados

El PSOE está pagando las consecuencias de haberse vaciado de contenido y depositar todo el crédito de la organización en su líder.

El debate del lunes fue decepcionante para los votantes socialistas. Feijóo se impuso, no tanto por sus aciertos, como por los errores de Sánchez, empezando por el de la actitud inadecuada con el que lo inició.

Perder un debate en una campaña electoral no es el fin del mundo pero, en este caso, si puede ser determinante. La sobre exposición de Sánchez en programas de televisión solo ha servido para generar la ilusión óptica en el electorado de izquierdas de que se estaba produciendo una remontada.

El debate debería haber sido el motor de arranque de la campaña, construido en torno a los pactos con Vox y a la insolvencia de Feijóo, pero Moncloa se ha equivocado en las expectativas que creó acerca del cara a cara, de manera que la remontada socialista cabalgaría sobre un eventual triunfo el pasado lunes.

Sin embargo, todo ha salido al revés. Sánchez, perdía enteros al tiempo que desinflaba el espejismo de la recuperación.

A Feijóo, en cambio, le ha salido redonda la jugada. De hecho, la victoria fue contundente al día siguiente del debate, en el que los medios conservadores le otorgaron la victoria, mientras los progresistas apelaban a un debate bronco y enfangado.

Ha ocupado el espacio de la moderación, probablemente dio un mordisco electoral en el centro político y ha borrado de un plumazo cualquier fisura interna.

El PSOE está pagando las consecuencias de haberse vaciado de contenido y depositar todo el crédito de la organización en su líder. De esta suerte, el deterioro electoral de Sánchez es equivalente al del PSOE. La prueba palmaria fue el 28 M, cuando magníficos alcaldes y presidentes autonómicos no pudieron contrarrestar el lastre de Sánchez.

Se irá de la Moncloa dejando dos recuerdos: los pactos con Podemos, independentistas y Bildu y el haber hecho lo contrario a lo que comprometió en demasiadas ocasiones.

Lo único que queda por saber en los diez días que quedan hasta el 23 J, es el techo que alcanzará el PP y hasta donde bajará el PSOE. El debate no fue bueno para Vox, no tanto porque haya perdido votos, sino porque la llamada al voto útil de Feijóo fue efectiva.

Yolanda Díaz, en cambio, se beneficia. Cuando el PSOE pierde la expectativa de ganar, muchos electores de izquierda lo abandonan en busca de opciones minoritarias, pero más próximas a sus ideales. En esas condiciones, es posible que el PSOE no llegue al suelo de los 100 diputados.