Canela fina

Don Juan, 30 años después

«Don Juan: «A la Monarquía restaurada le corresponde devolver al pueblo la soberanía nacional asumida por el Ejército vencedor de la guerra civil»

Con fecha 19 de mayo de 1942, Franco dirigió a Don Juan una carta en la que le decía: «Es mi ilusión que no tarde en coronarle para poder ofreceros en ese día con la Jefatura total del Pueblo y sus Ejércitos (el subrayado es del propio dictador) el entronque con aquella Monarquía totalitaria que solo por serlo vio dilatarse sus tierras y sus mares». La carta está escrita a mano por Franco. Es muy larga: 32 holandesas. En mi libro Don Juan la reproduzco íntegramente.

Don Juan hizo llegar al dictador un escueto «no acepto», a pesar de que Franco le había ofrecido tratamiento de Príncipe de España, palacio en Madrid, casa civil, casa militar y copioso presupuesto a cargo del Estado. Estábamos en plena Guerra Mundial, todavía con resultado incierto, y el «no acepto» de Don Juan respaldaba su posición: «A la Monarquía restaurada le corresponde devolver al pueblo español la soberanía nacional asumida por el Ejército vencedor de la guerra civil».

Se cumplen ahora 30 años de la muerte de Don Juan. Almorzaba yo, en mi despacho del ABC verdadero, mano a mano con el ministro Pérez Rubalcaba cuando me llegó la noticia. Desde aquella fecha y durante 30 años, sin fallar uno solo, he publicado un artículo recordando la figura de Don Juan. Y hasta la pandemia, me trasladé, en compañía del socialista Luis Reverter, al Monasterio de El Escorial para depositar un ramo de flores rojas y amarillas ante el sarcófago de Don Juan y rezar junto al P. José Luis del Valle.

De las 72 personas que formaron el Consejo Privado de Don Juan, sólo yo quedo vivo, satisfecho del papel que ha hecho la Monarquía en el último medio siglo de paz, libertad y prosperidad, encarnada hoy la Institución por la prudencia del nieto de Don Juan, Felipe VI. Rey de derecho de España, hijo del Rey Alfonso XIII, padre del Rey Juan Carlos I, los restos de Don Juan reposan en el panteón de Reyes del Monasterio de El Escorial, en un sarcófago en el que se lee: «Ioannes III, comes Barcinonae», junto a los féretros de los demás Reyes de España, desde Carlos I y Felipe II a Alfonso XIII.