Casa Real

Don Juan y la Monarquía de todos

La Razón
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El 1 de abril de 1993 moría Don Juan de Borbón y Battenberg, tercer hijo de Alfonso XIII, padre de Juan Carlos I y abuelo del actual Rey de España, Felipe VI. Fue, además, el jefe de la Casa Real en el exilio desde 1941 hasta 1977. En esa fecha marcó uno de los momentos clave de nuestra historia reciente: renunció a sus derechos dinásticos a favor de su hijo. Nunca pudo reinar con el nombre de Juan III, pero con su gesto permitió que lo hiciera su hijo y comandara la Transición política que abrió a España a la plena democracia. Don Juan supo mantener la continuidad monárquica durante el régimen franquista, que no sólo quiso traicionarlo en lo esencial, en que la Monarquía de todos sería parlamentaria o no lo sería, sino el de provocar una ruptura con su propio hijo. Franco quiso romper lo que suponía la continuidad dinástica, pero también el principio democrático que siempre animó a la Casa Real. En el Manifiesto de Lausana del 19 de marzo de 1945, el Conde de Barcelona rompió con el franquismo y reclamó la vuelta de la Monarquía como el mejor sistema para reconciliar a los españoles y cerrar las heridas del pasado. A lo largo de estos años ha cumplido la misión de defender la democracia y unir a todos los españoles.