ERC

Junqueras: no existe la cárcel a la carta

Se mire como se mire, y en atención a un ordenamiento jurídico y a la interpretación extraordinariamente benevolente del mismo, los políticos presos juzgados por delitos de extraordinaria gravedad en democracia han participado en su calidad de candidatos electorales en distintos actos de campaña y aspiran a explotar la languidez de los reglamentos. Hemos asistido con asombrosa naturalidad a circunstancias realmente sobresalientes por lo insólito como es que los reclusos independentistas hayan concedido ruedas de prensa o participado en mítines desde el centro penitenciario. Que esos mismos líderes separatistas hablen de España como un régimen represor es un escarnio. Y en esa línea Oriol Junqueras pretendía participar por vía telemática desde la prisión de Soto del Real en el debate electoral de anoche en TV3. La Junta Electoral Central (JEC) lo rechazó por ser incompatible con el horario del centro penitenciario y corrigió así el visto bueno de la Junta Electoral de Barcelona. El programa de marras arrancaba a las 22 horas y la sala de videoconferencias de la cárcel cierra a las 20. Imposible, salvo que la generosidad quijotesca precedente rayara en complacencia. Afortunadamente, el saludable garantismo tiene sus límites frente a quienes pretenden abusar del mismo.