La poco ejemplar contabilidad de IU

Izquierda Unida es una máquina de dar lecciones a los demás y de promover procesos inquisitoriales en los que su dedo acusador es a la vez condenatorio. Los comunistas se cargaron hace tiempo la presunción de inocencia y ahí siguen. Pero la ejemplaridad no sólo hay que exigirla, sino también practicarla. El último informe del Tribunal de Cuentas ofrece un panorama oscuro sobre las cuentas de IU. Las presentan fuera de plazo y sin consolidar. Pero además, incluyen la condonación de una deuda de intereses bancarios. Antes que predicar hace falta dar trigo, también la izquierda.