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Los españoles, ante el aumento de los impuestos con menos ingresos

El esfuerzo fiscal recae en solo el 59,0% de la población, frente al 75,8% de la media europea

El Ministerio de Hacienda que dirige María Jesús Montero, vicepresidenta primera y a la sazón candidata por el PSOE a la Junta de Andalucía, ha presentado unos ingresos récord por impuestos en el ejercicio de 2024, de un 8,4% más que en el año anterior. Y en los ocho primeros meses del año, ya ha registrado otro récord, recaudando más de 200.000 millones de euros. Una buena parte de este «logro», contrariamente a lo que afirma el Gobierno, no se debe al crecimiento económico, sino al aumento de los impuestos. Es decir, que los españoles pagan más a medida que el Gobierno gasta más, incluso aumentando la deuda pública, en un círculo vicioso que va a dejar a varias generaciones endeudadas.

En estas circunstancias, los contribuyentes españoles se manifiestan, según las encuestas, como la del CIS, sometidos a una presión fiscal que no se corresponde ni con el aumento de sus ingresos ni con los parámetros de la media de los países de nuestro entorno.

Un análisis detallado de la tributación fiscal en España pone de manifiesto que estos récords de más ingresos por impuestos, aunque pueda parecer lo contrario, no se traducen en un aumento del bienestar, ni en una mejora de las balanzas fiscales del Estado, sino en que el peso de la recaudación, el esfuerzo fiscal, se reparte entre menos contribuyentes, especialmente si se comparan los datos de España con los del resto de la Unión Europea.

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Big dataA. CruzLa Razón

Así, los datos facilitados por la estadística de la Comisión Europea, Eurostat, relativos al año 2024, sitúan a España como un país «tensionado» por el exceso de impuestos. El Estado, o sea, la Administración central, la autonómica y la local (Diputaciones, Cabildos, Consejos Insulares y Ayuntamientos), detrae a la sociedad un porcentaje del 37,3% del PIB. Pero es engañoso compararlo con la media europea, que es del 40,3%, puesto que en realidad, la presión que soportan los ciudadanos activos españoles es superior en euros que la media de la Unión Europea.

La recaudación en España fue en 2024 de 594.685 millones de euros, pero la población que prácticamente contribuye a ese esfuerzo es solo el 59% de la población activa. Mientras que en el conjunto europeo los impuestos suponen 7.257.997 millones de euros, pero para una población activa del 75,8 por ciento. Esto supone que la media que debe soportar un contribuyente español sea de 23.958,19 euros y la media europea es prácticamente la misma: 24.870,63 euros.

Esto se agrava comparativamente si consideramos la renta per cápita de España, que es de 32.328,89 euros, frente a la europea, que sube a los 39.967,13 euros. Por lo que la asfixia del contribuyente español está garantizada por tener que atender a un esfuerzo fiscal en euros similar a la media europea, pero con una renta per cápita un 19,7% inferior. Por lo que una presión fiscal del 37,3% en España es mucho más agobiante que el 40,3% de media de la Unión Europea.

El desglose de ese 37,3% recaudatorio está encabezado por las cotizaciones a la Seguridad Social, el 12,7% sobre el PIB, que detrajo de los bolsillos de los españoles 202.490 millones de euros. Le sigue con el 11,9% el IRPS con 189.725 millones de euros. En el tercer capítulo, con el 9,8%, se encuentra el IVA con 156.244 millones de euros. En cuarto lugar, con el 2,8%, se halla el Impuesto de Sociedades, con 44.641 millones de euros.

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizó un sondeo el pasado mes de julio, Estudio n.º 3518. Opinión Pública y Política Fiscal (XLII), en el que se constata que el 62,0 por ciento de los españoles afirma que recibe menos de las Administraciones Públicas de lo que contribuyen con sus impuestos y cotizaciones. Otra conclusión es que tan solo el 6,9% de los españoles manifiesta que se pagan pocos impuestos, frente al 48,4% que afirma que se contribuye mucho. Otro 43% responde que regular.

Otro dato esclarecedor sobre la tributación en España es que el 79,2% de los ciudadanos cree que la Administración hace pocos o muy pocos esfuerzos por explicar el destino de los impuestos. Lo que incrementa la desconfianza y la reticencia a pagar impuestos.