
El trípode
«No hay nada oculto que no llegue a descubrirse»
La administración Trump –el secretario del Tesoro– ya le ha dicho a Sánchez que esa política es «cortarse la garganta»
La «persona» Pedro Sánchez es muy libre de irse de vacaciones de turismo o de lo que desee, a China, a Vietnam o a Mongolia, pero «la persona –Carmen Calvo dixit– Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España», se debe ante todo y por encima de cualquier otra consideración, a servir al interés general de España y al bien común de los españoles. Y resulta una ofensa y una falta de respeto a los compatriotas con estima a su Nación y a su propia dignidad personal que se vaya a Vietnam y rinda homenaje a la memoria del que fue el líder supremo del partido comunista y presidente de la República Democrática del Vietnam (el Vietnam del Norte comunista) desde 1945 hasta su fallecimiento en 1969, cuando la Guerra de Vietnam estaba todavía en pleno desarrollo. Haciendo lo mismo en Pekín con Xi Jinping, otro gran líder demócrata al parecer, con quien pretende forjar una estrecha relación económica y política, alejándose de los EE.UU. del «ultraderechista» Trump. Sin duda, esta gira asiática complacerá mucho a los «progresistas y feministas» socios y aliados de su Frente Popular, Bildu, Podemos y Sumar, pero la administración Trump –el secretario del Tesoro– ya le ha dicho que esa política es «cortarse la garganta». Que, si fuera la de su persona, sería un suicidio asistido o una eutanasia, pero esa acción a quien se la corta es a España. «No hay nada oculto que no llegue a saberse», y la labor de su actual embajador plenipotenciario multinacional, desde Caracas a Pekín, no puede permanecer en la oscuridad como hasta ahora. Es un ejemplo paradigmático del compromiso con la «transparencia», como cualidad inexcusable en una democracia, y que solemnemente asumió en su moción de censura. Claro, que teniendo en cuenta que el defensor de ese compromiso como garante suyo y del PSOE fue un tal José Luis Ábalos, no hay más comentarios, señoría. El equipo que acompañó a Sánchez durante su gira para ganar las primarias que le devolvieron al mando de Ferraz lo integraban Ábalos, Koldo y Santos Cerdán con la estrecha asistencia de Aldama. Lo que es un indicador de cuál es la calidad de la militancia socialista. Y, por cierto, con un estrecho apoyo económico de dos personajes muy relevantes y que ahora que Trump le ha cerrado el grifo a la USAID, presunta agencia de cooperación al desarrollo, se ha sabido que en realidad esa cooperación era para el desarrollo del «equipo internacional de información sincronizada» furibundo antitrumpista, de los que sus amigos Soros y Gates eran grandes intermediarios multinacionales. «No hay nada oculto que no llegue a descubrirse».
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