Al portador

El inefable Tezanos y sus encuestas con peineta

Tezanos vuelve a fomentar la incertidumbre con la amplitud de su peineta, que también depende de si dudan todos esos a los que se les pide que voten con el corazón

Leandro Viotto Romano, argentino, fundador y CEO de la Fundación internacional de Jóvenes Líderes, afirma en una charla que se ha viralizado en las redes que «cuando les pidan que voten con el corazón, al menos, duden. Es probable que no tengan nada racional que ofrecerles». Lo desarrolla en su último libro, «El derecho a no ser pobres», prologado por el expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti y por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. José Félix Tezanos, presidente del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), no aclara cómo una vez más sus pronósticos –en este caso sobre las elecciones gallegas– no coinciden con los de todos sus colegas. Son los enigmas «del modelo inercia-incertidumbre Alaminos-Tezanos» que utiliza, combinado con el método «basado en la lógica de las probabilidades de transición». Las conclusiones de Tezanos, que también son las que sueñan Sánchez y el Gobierno, ven viable la hipótesis de que el PP, aunque gane por goleada el domingo en las urnas gallegas, no revalide la mayoría absoluta y no gobierne.

El CIS ha sido muy criticado en los últimos tiempos, aunque también es cierto que en las elecciones generales del 23-J fue quien más afinó. Ahora, para Galicia, en el caso de algunos partidos, ofrece más una peineta que una horquilla, por la amplitud de los márgenes, entre 24 y 31 escaños para el BNG (Bloque Nacionalista Galego). Prevé la victoria del PP, pero le concede entre 34 y 38, es decir, deja muy en el aire la mayoría absoluta de los populares, mientras los socialistas explotan la metedura de pata de Feijóo con la amnistía, por mucho que luego lo aclarara con contundencia. Un argumento también sentimental de toda la izquierda para reclamar el voto contra el PP. El CIS, a pesar de todo, concede casi 10 puntos de ventaja a los populares sobre el segundo partido, el BNG. En otras encuestas, esa diferencia se ensancha hasta los 13 ó 14 puntos. La victoria del PP, por lo tanto, es inapelable, aunque la magia de la ley electoral pueda impedirle gobernar si no alcanza la mayoría absoluta incluso por un escaño o por unos cientos de votos, y es posible. También es democrático, legítimo y legal, aunque para aceptarlo quizá haya que «pensar al revés», como propone Berthold Gunster, en su «Omdenken», recién publicado en España por Temas de Hoy. Tezanos vuelve a fomentar la incertidumbre con la amplitud de su peineta, que también depende de si dudan todos esos a los que se les pide que voten con el corazón, como critica Leandro Viotto.