Aunque moleste

Se llama humanidad

Una semana después, aún no es tarde para pedir perdón y echar el resto en ayudar

Una semana después, el balance no puede ser peor. Sin gobierno y sin humanidad. Esto último es lo más grave. Se pueden cometer errores, pero cuando hay voluntad, los errores se subsanan. Aquí se han cometido todos los errores a la vez, pero el ánimo de subsanarlos es ninguno. Ante la evidencia del desastre en la gestión, lo primero que tenía que haber hecho Sánchez es pedir perdón. Y después enviar ya, porque nunca es demasiado tarde, todos los medios del Estado, sin necesidad de que nadie pida nada. Lo piden las familias abandonadas, los pueblos anegados por el lodo, la España indignada ante la evidencia de la inacción decretada por mor del rédito político. Sacar partido electoral a la desgracia es de una crueldad extrema. Y después se quejan de que la gente insulte. Son fascistas, es la respuesta. No señor, entre los que protestan, los indignados y destrozados por la impotencia, hay fascistas como hay comunistas y personas de todo tipo. Pero la indignación que vemos no es causada por cuatro fascistas. Que no se engañen ni nos quieran engañar. La indignación es porque no se ha podido hacer peor. En el aviso de la DANA, en la respuesta inmediata, en el día después y en todos los demás días que vinieron más tarde. Cinco jornadas necesitó Sánchez para salir, y su actuación consistió en decir: «Si quieren ayuda, que la pidan». Frase que le acompañará en su epitafio. Que retrata a quien nos gobierna desde un pavoroso cálculo político sin atisbo de humanidad. Porque no es que quieran ayuda: la necesi7tan. Su obligación es ayudar sin que nadie lo pida. Para eso le pagamos y pagamos impuestos. No se pueden mandar 500 militares a Valencia y 1.500 a los Goya en Valladolid. Ampararse en los protocolos del Estado Autonómico es mezquino. El Estado Autonómico es un desastre. El gobierno valenciano se vio superado desde el primer día. Su consejera de Industria debería dimitir y no volver nunca a la política, por ausencia de humanidad. Una catástrofe como ésta no es para que la gestione una Autonomía. Es responsabilidad del Estado y del gobierno central, como son cosa del gobierno federal USA los huracanes de la Florida. Lo peor no es haber rechazado la ayuda de Francia, Alemania o El Salvador, cuando toda ayuda era necesaria. Lo peor es la miseria moral. Echarle la culpa a 4 fachas. Ampararse en las Autonomías para no hacer nada. Decir con monstruosa frialdad que «el que quiera ayuda, que la pida». De tanto hablar del fango, se han acabado hundiendo en su lodazal. Cuando no puedes salir a la calle no es por culpa de los fachas. A Carlos Alsina la gente no le insultó por hacer su programa desde Paiporta al tercer día. Le dieron las gracias por estar allí. No todo el mundo ha de usar la pala para limpiar el barro. Si se hace, perfecto. Pero en realidad basta con que cada uno haga el trabajo que le corresponde. Cuando se actúa bien, la ciudadanía lo reconoce. Cuando se hace mal, también.

Una semana después, aún no es tarde para pedir perdón y echar el resto en ayudar. Sin necesidad de que nadie pida nada. Es por obligación.