El buen salvaje

Más gordas

Lo que Pam propone es que en la Cámara Baja entren candidatos con hábitos alimenticios menos saludables porque así una señora que a sí misma se llama gorda como Pam, estaría más en su salsa

El porcentaje de obesos en España es del 16% según leo en la Encuesta Europea de Salud en España, pero los que están por encima de su peso llegan al 54%. Estar por encima puede significar dos kilitos que es lo que me dijo el médico en la última revisión de la empresa. Por cierto, todavía no los he perdido. Esto es para ponerles en antecedentes. A la inefable Pam, secretaria de Estado de Igualdad, a la que el médico le diría que le sobran unos kilitos también, algo más que dos, y el médico se mueve por criterios de salud, le parece que hay pocas personas gordas en el Congreso porque por aquello de la imagen los que hacen las listas deben ser gordofóbicos, incluidos los de su partido, porque Belarra es un espárrago e Irene Montero un cebollino, digo en lenguaje de una madre entrada en carnes, como por ejemplo la mía.

Habría que ver si el Congreso llega a ese 16% de obesos que representarían el total de españoles que les decía antes, pero si no, lo que Pam propone es que en la Cámara Baja entren candidatos con hábitos alimenticios menos saludables porque así una señora que a sí misma se llama gorda como Pam, estaría más en su salsa y no con la pesadilla de sentirse diferente a Belarra o Irene Montero. En lugar de dar ejemplo de vida deportiva, como hace el presidente del Gobierno, lo que anhela Pam es que los cuerpos se desparramen en una orgía de Rubens hasta que ella se sienta psicológicamente bien.

Habría que preguntar al resto de diputados si también desean un determinado porcentaje de calvos, bajos, altos, fumadores que no pueden dejarlo y, en fin, lo que cada uno echa en falta en ese contexto humano. El ministro de Consumo propone que se limite el acceso a las chuches y las hamburguesas, la OMS advierte del coste de la epidemia de obesidad que debilita al mundo desarrollado mientras Pam anima a apechugar la vida con cien kilos. Fabuloso. Del ayuno intermitente a la eterna comilona. Pam devora títulos de Prensa con los que se hace bocadillos de humo. Bon Appétit!