Editorial

Moncloa activa a Óscar López contra Ayuso

Pedro Sánchez vuelve a poner en movimiento la máquina «antiayuso» y, como ya es habitual, volverá a utilizar la maquinaria institucional para ponerla al servicio de sus objetivos políticos

Óscar López es el protagonista del último intento del PSOE de asaltar el Gobierno de la Comunidad de Madrid desde Moncloa. Y seguro que no será el último a tenor del resultado de sus antecesores en las diferentes citas electorales, que han sufrido revolcones consecutivos sin que hayan encontrado una solución que les lleve, al menos, a recuperar el puesto perdido como primer partido de la oposición. Ayer, López irrumpió en la escena política regional interpretando a la perfección el papel que le ha otorgado Pedro Sánchez. Con un discurso bronco, espejo de la izquierda a la izquierda y al choque frontal con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, puso distancia con Juan Lobato y clavó sobre la mesa los cuchillos que volarán a partir de ahora por los foros capitalinos, algo que le reclamaron con insistencia al ya expresidente socialista madrileño y que nunca logró asimilar.

De este modo, Sánchez vuelve a poner en movimiento la máquina «antiayuso» y, como ya es habitual, volverá a utilizar la maquinaria institucional para ponerla al servicio de sus objetivos políticos. Durante la pandemia, legisló, instigó y tomó decisiones con el único objetivo de perjudicar los intereses de Madrid: activó un Estado de Alarma «ad hoc» para coartar las libertades de los madrileños; usó el aparato del Estado para decretar medidas con el denominador común de poner trabas a las decisiones del Ejecutivo madrileño; decidió deslocalizar instituciones en nombre de un supuesto reforzamiento del Estado en todos los territorios; bautizó a la Comunidad como la «sede social» de la «máquina del fango»; recortó injustamente la financiación regional en sentido contrario a lo que concedió a los separatistas catalanes, a los que ha ofrecido una «financiación singular»; estableció nuevos impuestos destinados exclusivamente a interferir en el modelo fiscal de Madrid; y arremetió contra la política impositiva de Ayuso, caracterizada por una bajada continua de la presión impositiva, que ha logrado recaudaciones récord, disparado la inversión y convertido a la Comunidad en el motor económico de España.

María Jesús Montero se ha cansado de repetir –hasta que dejó de hacerlo para no complicar su «operación cupo catalán»– que Madrid practica el «dumping fiscal» contra el Estado y contra el resto de regiones. Se olvida de que esta comunidad autónoma es la que más contribuye a la recaudación tributaria y al Fondo de Garantía. No en vano, aporta cinco veces más que Cataluña a las cuentas del Estado, pese a la continua bajada de impuestos, mientras regiones en manos socialistas e independentistas cada vez los suben más pero, en proporción, recaudan menos.

Óscar López ha decidido que en Madrid solo hay enemigos y se olvida de que se ha postulado para servir a los ciudadanos de esta autonomía, no para intentar destruir a Ayuso por orden de Moncloa.