V de viernes
Petroleo en la Antártida
Rusia encuentra en una zona del continente helado, reclamada por Argentina, Chile y UK, el depósito de oro negro más grande del planeta
Se está liando buena tras encontrar los rusos en la Antártida el mayor reservorio de petróleo de la historia, tanto como toda la producción del Golfo y diez veces la del Mar del Norte en 50 años. El Tratado Antártico prohíbe la extracción de cualquier mineral del continente helado, excepto para fines científicos, al menos hasta 2048. El descubrimiento se geolocaliza cerca de la isla de Galíndez, territorio reclamado por Argentina y Chile pero que Gran Bretaña considera la “Antártida británica”, aunque no tiene demostrada soberanía.
Los americanos han salido rápidamente en socorro de los ingleses reafirmando los derechos del Reino Unido y recordando que la compañía rusa Rosgeo ha sido sancionada por realizar trabajos científicos inadecuados, después de conocerse que Rusia había descubierto el equivalente a 511 mil millones de barriles, con bastos depósitos de gas, en la parte Oriental del continente, en el Mar de Weddell, del que se dice tiene las aguas más transparentes y cristalinas del mundo.
Estadounidenses y británicos van juntos, pero cada vez se han sumado más países reclamando derechos sobre el territorio, que en realidad no pertenece a nadie. Sus recursos en hidrocarburos, oro, plata, diamantes, cobre, uranio y titanio, amén de sus privilegiadas reservas de agua, son patrimonio de la humanidad. La Antártida no está
gobernada por ningún país, aunque siete han reclamado históricamente partes de ella: Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y el Reino Unido, a veces hasta incluso el mismo pedazo de tierra. Argentina administra trece bases, seis de ellas operativas todo el año. Rusos, americanos y chinos no han hecho reclamación
oficial, pero consideran que tienen "fundamentos para reclamar". Todos poseen bases. Putin intensificó en años recientes la exploración hicrocarburífera e instaló otra base más de investigación cuya construcción fue financiada por el millonario Leonid Mikhelson, CEO de la gasífera Novatek, beneficiaria de exenciones fiscales para su GNL,
área del mercado gasífero mundial en la que Rusia compite con EEUU y Qatar.
Rusia forma parte del Tratado Antártico, pero está lejos de la Antártida. Le interesa la Antártida, aunque ya tiene un territorio de 22 millones de kilómetros cuadrados, y están al lado del Ártico, justo en el otro polo, donde hacen prospecciones.
Para hacernos una idea de la magnitud del hallazgo, hay que saber que Venezuela, el país con mayores reservas probadas de petróleo, cuenta con 303 .000 millones de barriles; Arabia Saudí, el mayor exportador, tiene 262.000 millones; Irán, 208.000; Canadá, 160.000; Irak, 145 mil y Emiratos,107 mil. Rusia solo 80.000 millones de barriles, con un horizonte de nuevos yacimientos en Siberia y el Ártico. El descubrimiento antártico podría oxigenar sus reservas, pero explotarlas parece complicado sin crear un conflicto político y militar.
El investigador chileno Leonardo Stanley ha declarado: “la explotación de la Antártida, desde el punto de vista económico sería inviable, desde el punto de vista geopolítico, riesgosa, y desde el punto de vista ambiental, un tragedia”.
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