Canela fina

¿Se ha rendido Pedro Sánchez?

«Reacción democrática de Sánchez: que el pueblo hable de nuevo para que se clarifique el futuro»

Las ciudadanas y los ciudadanos españoles no han votado contra el PSOE. Han votado contra el PSOE de Pedro Sánchez. Han votado contra la alianza con los proetarras de Bildu; contra el pacto del sanchismo con los secesionistas vascos y catalanes; contra la ley del «sí es sí» y otras leyes de extrema izquierda, entre ellas la de memoria histórica; contra el despilfarro del gasto público; contra la pirueta marroquí; contra el acoso a la propiedad privada y la multiplicación de impuestos; contra una política frentepopulista que apenas encubre la soberbia de Sánchez para mantenerse en el poder.

Las elecciones municipales y autonómicas no deberían rebasar su verdadero alcance. Las celebradas el domingo, sin embargo, estaban teñidas de magnitud nacional. Lo que ha salido de las urnas seriamente derrotado ha sido el sanchismo. El pueblo español apuesta por la moderación y rechaza el extremismo.

Y Pedro Sánchez, tal vez por su debilidad en el Congreso de los Diputados, quizá por convencimiento ideológico, ha instalado a la nación en el extremismo de la ultraizquierda y se ha estrellado contra el rechazo popular. Los datos globales resultan abrumadores. El Partido Popular ha azulado el mapa de España y se ha encaramado en lo que predijeron las encuestas salvo la del fiasco del CIS sanchista. La gran triunfadora ha sido Isabel Díaz Ayuso, una mujer con carisma y que ha demostrado su lealtad a Alberto Núñez Feijóo. La presidenta fue atacada en los medios afines al Gobierno por todos, desde Vox al Partido Comunista, desde Ciudadanos a Podemos. Les ha derrotado con suficiencia.

De forma inesperada para todos, Pedro Sánchez ha acusado el descalabro anunciando la convocatoria de elecciones generales tras despachar con el Rey. ¿Tiene el presidente alguna carta oculta para adelantar cinco meses las elecciones? ¿El golpe recibido ha sido tan descomunal que el líder socialista se ha rendido? ¿Existe algún motivo de escándalo que pretenda encubrir? Difícil responder a estas preguntas. En todo caso, habrá que convenir que la reacción de Pedro Sánchez ha sido puramente democrática. Ha perdido las elecciones autonómicas y municipales y ha decidido que el pueblo hable de nuevo para que se clarifique el futuro.