V de Viernes
Restricciones al coche privado
La nueva ley de Movilidad, en aplicación de la agenda 2030, penaliza conducir solo y volar en avión
La Ley de Movilidad que acaba de aprobar el Gobierno, en ausencia de un diputado del PP, no es ni urbanismo sostenible ni ecología con animo de favorecer el medio ambiente, sino un sistema puro y duro cobro y control a lo chino, con el objetivo de reducir la flota de vehículos privados y acabar con los vuelos de corto radio. Un plan perfectamente diseñado para perseguir la movilidad interpersonal a través de sanciones, peajes y multas generadas por Inteligencia Artificial ( IA). El resultado va a ser la imposibilidad de moverse en coche privado, sobre todo si se viaja solo, y un seguimiento estricto de la de la actividad privada, al estilo soviético o con un parecido más que inquietante a lo que ocurre en China. Que todo esto vaya a pasar en Europa es sorprendente, aunque no tanto si se analiza la senda autoritaria ( con apariencia democrática ) por la que se mueve la Comisión Europea de Von der Leyen. Con la excusa de combatir el cambio climático, o evitar la ciberseguridad y perseguir la pornografía infantil, las autoridades no electas de la UE avanzan en decisiones hacia el control social total con instrumentos propios de dictaduras. Eso sí, todo revestido de palabras y frases bonitas, como favorecer la desinformación, el desarrollo sostenible o la lucha contra la emergencia climática. El resultado va a ser que apenas se contribuye a la movilidad sostenible, aunque sí que si avanza en someter a la población mediante sanciones de todo tipo. Algo a lo que se suman con entusiasmo los Ayuntamientos, habida cuenta de los ingresos que van a recibir a través de la implantación de nuevos impuestos, tasas, multas y peajes. Si hace nada de tiempo nos encontramos con el nuevo y abusivo impuesto a la basura, cobrado por los municipios pero amparado en la legislación comunitaria con el visto bueno de los Estados, en nada nos toparemos con los nuevos tributos a la movilidad sostenible, que en realidad esconde una pulsión autoritaria propia de dictaduras comunistas.
Francia ha sido el primer país en acotar el coche privado en su capital, París, donde a partir de ahora dejan reservado un carril de la carretera solo a aquellos coches que lleven 2 ocupantes o más. Pero no es más que el principio. En nada se prohibirá directamente conducir a quienes vayan dentro de un automóvil sin acompañante. O se impondrán unas sanciones tan elevadas que apenas va a poder conducir solos los muy ricos, o los vehículos oficiales. Algo así como lo que ya sucede en la aviación, donde los vuelos comerciales son cada vez más caros y tienen restricciones, mientras que los ricos y/o gobernantes pueden desplazarse en sus aviones privados sin control ni problema alguno por la contaminación que generan. De modo que eso es lo que nos espera a la ciudadanía de la UE: control digital de nuestros movimientos a través de una ID obligatoria, dinero digital que nos esclaviza y elimina cualquier espacio de libertad, y movilidad controlada y penalizada con un sistema de peajes que ya hubiera querido para si la antigua Unión Soviética.
