Salud Mental vs. Tik Tok

Esta semana tuvo lugar la 5ª Gala Musical Solidaria de la Asociación La Barandilla para dar visibilidad a la salud mental y entregar unos premios anuales dedicados a quienes trabajan en favor de la discapacidad. Es vital dar protagonismo a una salud mental deteriorada desde la pandemia, porque cada vez hay más intereses en contra.

Las redes sociales están diseñadas para aliviar, calmar nuestra ansiedad y crear adicción. Cercenan la creatividad y consiguen que no sepamos gestionar el estrés sin ellas. Hasta nuestra capacidad cognitiva sucumbe a esos famosos adictivos vídeos cortos personalizados (saben lo que nos gusta/interesa) sin descanso, que además nos convierten en drogodependientes emocionales.

Me sorprendió la anécdota de la psiquiatra Marian Rojas Estapé: pidió a TikTok que hicieran una breve pausa entre vídeo y vídeo, para que el usuario pudiera reflexionar si seguir o abandonar la red social, pero no pareció interesar demasiado su propuesta. Alguien le dijo después que así perderían dinero, a lo que ella respondió: «¡pero ganaríamos en salud mental!». Lo que interesa es convertirnos en adictos a experiencias vibrantes, a constantes emociones, a una felicidad falsa, efímera, porque aunque tenga nefastas consecuencias, genera mucho dinero.

Algunos colegios de Seattle han demandado a las grandes plataformas de Silicon Valley, explicando que están dañando la salud mental de los jóvenes ya que su sistema de gratificación instantánea tiene un impacto perjudicial en su salud. Como aún no tienen completamente desarrollada su corteza prefrontal, lo que precisan ejercitar es el esfuerzo, el sacrificio y la fuerza de voluntad como algo innegociable para conseguir lo que se proponen. Aristóteles ya decía que lo que con mucho esfuerzo se adquiere, más se ama. Hoy apenas necesitan mover un dedo para ver cumplido cualquier deseo. Sin embargo, lejos de la tecnología, hay algo mucho más sano para gestionar el estrés: ojalá que hacer deporte, pasear o meditar creasen la misma adicción que Tik Tok.