Ventanilla única
Salvemos nuestros coches
Una situación que se torna cada día más crítica para la industria automotriz, que está agotando unas reservas que se están reduciendo rápidamente
La industria europea de la automoción, otrora grande y brillante, está en peligro y a la cúpula de la Unión Europea parece darle lo mismo. Siguen empeñados en mantener su hoja de ruta verde y no les importa lo más mínimo que el resto de planeta ignore el cambio climático y que el esfuerzo europeo solo sirva para tirar piedras contra nuestro propio tejado. Tanto la producción como la exportación de automóviles están sufriendo una importante crisis. Los datos acumulados hasta la fecha dan como resultado un significativo descenso de producción, con las exportaciones con un saldo aún más negativo por culpa del desembarco masivo de modelos procedentes de China, que no tienen que afrontar la sobrerregulación legislativa que ahoga a los productores europeos. Si a esto unimos el descenso de la demanda en el mercado autóctono –sus modelos son más caros que los de sus competidores exteriores– y la adaptación de las cadenas de producción a los nuevos modelos de vehículos electrificados se mezcla un cóctel explosivo, aderezado con la última guinda: la falta de microchips.
Ayer mismo, los fabricantes continentales volvieron a alzar la voz para clamar por una solución al bloqueo en el suministro de microchips, esenciales para la producción, provocado por la prohibición de las exportaciones de chips de Nexperia desde China, que sigue sin resolverse. Una situación que se torna cada día más crítica para la industria automotriz, que está agotando unas reservas que se están reduciendo rápidamente. Algunas factorías prevén ya paradas inminentes en las líneas de montaje porque para acceder a proveedores alternativos se necesitarían varios meses para desarrollar la capacidad adicional necesaria para paliar la escasez de suministro. Un golpe tras otro sin que en Bruselas cambien su rostro impenetrable y vuelvan a ignorar el SOS. Luego llegarán las prisas y se aprobará un plan multimillonario. Pero puede que sea tarde.