Canela fina

Sánchez juega con fuego Page

«Pedro Sánchez está jugando con fuego, con el fuego García-Page. Una moción de censura podría quemarle»

Emiliano García-Page es un socialista coherente y responsable. Su vida ha estado siempre al servicio de los españoles y del PSOE. Defiende el socialismo democrático, el socialismo socialdemócrata, el socialismo europeo. Como Felipe González. La lealtad a su partido está reconocida por todos. Es inconmensurable. En todas las agrupaciones políticas existen sectores discrepantes y eso forma parte del ejercicio de la libertad. Como escribió el inolvidado socialista sueco Olof Palme: «Las diferencias dentro del partido se zanjan a la hora de votar porque todos acatan la decisión mayoritaria de la dirección». Emiliano García-Page es el único presidente autonómico socialista que triunfó en las elecciones del pasado 28 de mayo y, en contra de su pensamiento manifiesto, votó en cuestiones sustanciales siempre a favor de las decisiones de su partido. Su conducta ha sido irreprochable. Sus discrepancias con Feijóo y el centro derecha, permanentes.

En defensa de los intereses de los ciudadanos, la Comunidad Autónoma que preside no está de acuerdo con que la Moncloa sanchista beneficie a Cataluña convirtiendo en hirientes las desigualdades. Pedro Sánchez necesitó para mantenerse en el poder los votos de la extrema izquierda independentista de ERC y los de la derecha secesionista de Junts. Y los precisa ahora para salir airoso de las votaciones en el Congreso de los Diputados. Emiliano García-Page no está de acuerdo con las decisiones de Pedro Sánchez que benefician a Cataluña y discriminan gravemente a Castilla-La Mancha. Exige igualdad de trato y coincide en ese planteamiento con los presidentes de otras Comunidades Autónomas.

La reacción de algún miembro del Gobierno ante la posición de Emiliano García-Page ha parecido a muchos agresiva e irrazonable. Le han perdido el respeto al presidente castellano manchego y hasta se le ha amenazado de ponerle de patitas en la calle, enviándole al extrarradio. ¡Qué error, qué inmenso error el de Pedro Sánchez! Nadie le puede dar lecciones ni de lealtad ni de socialismo a García-Page. Arremeter contra él es jugar con fuego. El presidente de Castilla-La Mancha tiene en sus manos la posibilidad de desmontar a Pedro Sánchez de su poltrona monclovita, a través de una moción de censura, naturalmente no en favor de Feijóo, sino de un presidente independiente comprometido a convocar inmediatamente elecciones generales. Pedro Sánchez, en fin, está jugando con fuego. Con el fuego Page. Y podría quemarse.