
Al portador
Suicidio estatal y autonómico por pagar deuda con deuda
Es un suicidio pagar la deuda con más deuda
Frederic Ogden Nash (1902-1971), poeta satírico norteamericano, que hubiera disfrutado con Trump como centro de sus sátiras, también decía que «las deudas son divertidas cuando las estás adquiriendo, pero ninguna es divertida cuando empiezas a pagarlas». La España que se quema, mientras el Gobierno y el PP se enzarzan en acusaciones cruzadas, es también un ejemplo. El fuego se cobra las deudas en prevención no pagadas, mientras ahora todos demandan más recursos que serán nuevas deudas. Los economistas Manuel Díaz y Carmen Marín, en vísperas de este ferragosto tórrido, acaban de publicar en el «think tank», pensadero, Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), un informe sobre lo que tendrán que gastar las Comunidades Autónomas en intereses hasta 2028. Calculan que serán 11.789 millones, tres veces más que en 2022. También estiman que la deuda autonómica total en esa fecha alcanzará los 362.944 millones y habrá aumentado en 45.854 millones desde 2022.
Díaz y Marín se centran en las cuentas autonómicas y eluden abordar asuntos relacionados con la deuda pública total, aunque explican que el Estado es el tenedor del 60% de la deuda autonómica y Sánchez ha prometido la falsa condonación de unos 80.000 euros, que no pagarán las Comunidades, pero sí todos los ciudadanos españoles. La deuda consolidada de las Administraciones Públicas –incluida la autonómica, claro– asciende a 1,66 billones, con «b» de bestialidad, de euros. Son 160.000 millones más que en 2022 y medio billón superior a la de 2018, cuando Sánchez llegó al poder. No hay cálculos de cuánto tendrá que pagar España en intereses de la deuda en 2028, pero en 2025 se prevé que tenga que dedicar a ese capítulo unos 40.000 millones. El problema, tanto estatal como autonómico, es que para pagar la deuda pública se contrae al mismo tiempo más deuda. Es decir, se pide dinero prestado para pagar las cantidades que vencen y los intereses, lo que crea una espiral diabólica, imparable, por otra parte, mientras exista déficit público. El primer ministro francés, Françoise Bayrou, que ha presentado un plan de ajuste para reducir la deuda, ha dicho a los galos, a través de «YouTube», que «la deuda es una amenaza, pero no en un futuro, sino hoy». Muy pocos se atreven a decirlo por ahora en España, pero «cuando las barbas de tu vecino veas pelar...», porque es un suicidio pagar la deuda con más deuda. Y claro, «ninguna deuda es divertida cuando comienzas a pagarla», como apuntaba Ogden Nash.
✕
Accede a tu cuenta para comentar