El puntazo

El timo del trabajo fantasma

La economía real está cada día más distante de la oficial

El milagro laboral del que se jacta este Gobierno es un agujero negro. Desenredar la madeja de la opacidad es casi imposible. Las cifras reales dejarían en evidencia a una administración que ha puesto todo su afán en trampearlas más que en revertir la condena a perpetuidad de nuestro país como líder europeo en desempleo. Se han cumplido tres años con los balances manipulados por la figura de los fijos discontinuos, aquellos que, por obra y gracia del Ministerio de Trabajo, cuando se escinden los contratos se convierten en fantasmas para las estadísticas oficiales de parados. Un trienio después, Yolanda Díaz sigue sin facilitar los números de los fijos discontinuos en situación de inactividad. Solo se oculta aquello que no quiere que se sepa. La crudísima verdad es que en mayo pasado había 4.168.958 de demandantes de empleo. Sin cosmética de por medio. La economía real está cada día más distante de la oficial.