Despidos
La justicia vasca valida el despido de un trabajador al que pillaron dando clases de boxeo mientras estaba de baja
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco confirma la decisión de primera instancia que consideró procedente el despido al acreditarse la incompatibilidad entre su actividad y la lesión que justificaba la baja médica
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha ratificado el despido disciplinario de un trabajador que, estando de baja médica por una lesión en el hombro izquierdo, impartió clases de boxeo donde demostró una "implicación constante de la articulación lesionada".
La sentencia, que no es firme y admite recurso ante el Tribunal Supremo, respalda así la decisión inicial del Juzgado de lo Social número 9 de Bilbao que consideró suficiente la prueba documental, videográfica y testifical para validar el despido sin necesidad de un dictamen pericial médico adicional.
El caso se remonta a mayo de 2023, cuando el trabajador recibió la baja médica por su lesión en el hombro izquierdo. Sin embargo, los días 28 y 30 de noviembre de ese mismo año, el empleado impartió dos sesiones de boxeo de una hora de duración cada una, en las cuales adoptó "posturas forzadas, exponiéndose a impactos y llegando incluso a recibir un golpe en el hombro afectado". Estas actividades fueron registradas y presentadas como prueba fundamental en el proceso judicial, demostrando la incompatibilidad objetiva con su proceso de recuperación.
Fundamentos jurídicos de la decisión judicial
El tribunal rechazó los argumentos del recurrente, quien alegaba que no existía transgresión de la buena fe contractual y que la empresa debería haber aportado un dictamen pericial médico que demostrara la incompatibilidad específica entre la dolencia y la actividad desarrollada. El TSJPV consideró que la empresa "no estaba obligada a aportar un dictamen pericial médico, bastando con que se haya acreditado la existencia de una actividad objetivamente incompatible con el proceso de recuperación". La sentencia añade que esta conclusión se deriva "racional y motivadamente de la prueba practicada" durante el proceso.
El tribunal subrayó que la conducta del trabajador supuso una vulneración de los deberes básicos del contrato de trabajo, justificando la medida extrema del despido disciplinario.