País Vasco
La localidad vasca donde menos se usa el español: menos de la mitad hablan en castellano
A diferencia de en las grandes ciudades, en este municipio se sigue manteniendo el euskera como idioma principal
Existe una localidad en el País Vasco que destaca por un uso especialmente bajo del español. Allí, menos de uno de cada cuatro habitantes utiliza el español como lengua principal en su vida diaria, según los últimos datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat).
Este fenómeno no es nuevo, pero sí cada vez más excepcional. Esta localidad guipuzcoana se sitúa como la que menor uso hace del español en toda Euskadi. Un dato que la convierte en una singularidad dentro de un mapa donde las grandes ciudades, como Bilbao, Vitoria o incluso San Sebastián, tienden a priorizar el castellano como idioma de uso habitual.
La localidad donde menos español se habla
El municipio de España donde menos castellano se habla es Azpeitia, en la provincia de Guipúzcoa. Con algo más de 15.000 habitantes, esta localidad presenta una distribución lingüística en la que el 62,4% de los residentes afirma utilizar el euskera como idioma habitual en sus hogares, frente a sólo un 24,3% que se comunica preferentemente en castellano. Un 9,6% adicional manifiesta usar ambos idiomas indistintamente.
¿Por qué el euskera resiste aquí?
La clave de esta supervivencia lingüística está en la transmisión generacional, el modelo educativo en euskera y una fuerte identidad comunitaria. En Azpeitia, el euskera no se limita al aula: se habla en casa, se enseña desde pequeños y se utiliza con naturalidad en todos los contextos cotidianos. Además, el arraigo cultural y la voluntad social por mantener viva la lengua vasca actúan como escudo frente a su progresiva pérdida en otros puntos del territorio.
También hay un componente geográfico y demográfico: las zonas rurales o de menor tamaño poblacional suelen preservar mejor las lenguas propias, frente a las ciudades, donde la movilidad y diversidad lingüística favorecen el uso del castellano como lengua común.
Frente al caso de Azpeitia, las grandes urbes vascas presentan una realidad muy distinta. En Bilbao y Vitoria-Gasteiz, más del 85% de la población utiliza el español de forma habitual. Incluso en San Sebastián, donde el euskera tiene una presencia más notable, el 68% de los habitantes se expresa preferentemente en castellano. Esta diferencia no es sólo una cuestión de número de hablantes, sino también de entorno social, oportunidades laborales y contacto con otras comunidades lingüísticas.
La vitalidad lingüística vasca
Azpeitia no es un caso aislado, aunque sí el más representativo en cuanto al bajo uso del español. En localidades cercanas como Azkoitia u Ondarroa, también se registra una presencia destacada del euskera como lengua habitual. En Ondarroa, por ejemplo, un 55,9% de la población afirma usar el vasco en su día a día, según el mismo informe estadístico de Eustat.
Estas cifras se alinean con la evolución del conocimiento del euskera en la comunidad autónoma, que ha crecido notablemente en las últimas décadas, especialmente entre los más jóvenes. Sin embargo, conocer un idioma no implica necesariamente usarlo de forma habitual, como muestran las diferencias entre las tasas de conocimiento y uso.
El euskera es una lengua cooficial en el País Vasco desde el inicio del régimen autonómico en 1979. Desde entonces, ha sido objeto de políticas públicas orientadas a su promoción, sobre todo a través del sistema educativo. Actualmente, buena parte del alumnado vasco cursa su formación en modelos escolares donde el euskera es lengua vehicular.
No obstante, el uso efectivo de la lengua sigue siendo dispar entre territorios y generaciones. Mientras en algunas zonas como Azpeitia el euskera mantiene una posición dominante, en la mayoría sigue siendo minoritario o relegado a contextos más formales o académicos.
El estudio del Eustat pone de relieve, una vez más, la diversidad lingüística existente dentro del propio País Vasco, donde el grado de implantación del euskera varía notablemente según el municipio, la edad, el entorno social o el ámbito de uso.