Religion
Omella consigue más apoyos en el sondeo
El arzobispo de Barcelona se coloca como favorito para presidir la Conferencia Episcopal
La Conferencia Episcopal Española (CEE) está en un proceso de transformación interna. No solo se va a renovar su gobierno, sino que también lo hará su funcionamiento. Ayer, en el sondeo previo en el que los obispos escriben hasta tres nombres en una papeleta, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, tomó la delantera. Junto a él, también habrían conseguido un respaldo considerable tanto el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, como el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, según ha podido saber LA RAZÓN.
Por detrás quedarían los otros dos cardenales en activo, Antonio Cañizares y Carlos Osoro. En el escrutinio también se habría escuchado en varias ocasiones el nombre del actual obispo de Bilbao. Mario Iceta. Aunque solo es un sondeo de aproximación, resultaría extraño que en la votación que arranca hoy a las diez de la mañana cambiaran las tornas. Lo más probable es que Omella sea elegido en primera votación por mayoría absoluta. Más abierta parece la vicepresidencia que podría viajar a Getafe, Oviedo o Valencia.
Las quinielas barajaban en principio cuatro nombres: el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares; el de Barcelona, Juan José Omella; el de Oviedo, Jesús Sanz; y el obispo de Bilbao, Mario Iceta.
A todos los candidatos, Blázquez advirtió que «las elecciones no son un reparto del poder, sino una distribución de las colaboraciones para contribuir lo más adecuadamente posible al sentido mismo de la Conferencia Episcopal y la misión que ha recibido en su misma constitución». Además, les dijo «que las elecciones no son oportunidad de acumular prestigio, sino ocasión para mostrar disponibilidad al servicio».
Nuevos estatutos
Esta Asamblea Plenaria también sirvió para poner en marcha los nuevos Estatutos de la CEE. En este sentido, Blázquez, apuntó que «las conferencias episcopales deben ser revisadas para ser cauce de evangelización» y que su «renovación es para la misión, ya que la Iglesia ha sido convocada para ser enviada». Como principales novedades, se puede decir que cambia la duración de la presidencia: ya no será de tres años, sino de cuatro, mientras que el cargo de secretario general seguirá siendo de cinco para que no coincida su elección. También aumenta el número de miembros de la Comisión Ejecutiva, de siete a nueve, para «fomentar la pluralidad», y disminuye el número de Comisiones Episcopales que pasa de 16 a 10, lo que supone una pérdida de cuota de poder para algunos obispos. Otra novedad es la creación de un Consejo de Cardenales, formado por todos los purpurados de pleno derecho de la Conferencia, cualquiera que sea su edad, para asistir a «su presidente en su parecer cuando éste lo solicite». El anuncio también será miembro de este Consejo, en este caso Bernardito Auza. Precisamente, Auza se estrenó ayer como nuncio con un discurso en la línea del Papa Francisco. Tras agradecer el recibimiento Auza dijo que la Iglesia «no busca privilegios, pero tampoco acepta la discriminación».
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