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China da luz verde a un fármaco contra el alzhéimer

Tras casi 20 años sin novedades por parte de la industria llega una molécula basada en algas marinas

Un médico analiza las consecuencias del alzhéimer en una radiografía
Un médico analiza las consecuencias del alzhéimer en una radiografíalarazon

China ha dado luz verde a un medicamento para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, el primero con potencial para abordar el trastorno cognitivo en casi dos décadas sin novedades. Además, llama la atención que este fármaco tenga su origen en unas algas marinas y que haya dado como resultados al medicamento llamado Oligomannate, que queda indicado para el tratamiento de las formas leve a moderada, según recoge un comunicado de la agencia de seguridad de fármacos de China.

Esta aprobación está sujeta una estricta supervisión, lo que significa que, si bien puede encontrarse disponible durante ensayos clínicos adicionales, a modo de farmacovigilancia, se supervisará y podría retirarse si surge algún problema de seguridad.

¿Por qué alga como principio activo?

Hace dos meses que el equipo dirigido por Geng Meiyu en el Instituto de Materia Médica de Shanghai perteneciente a la Academia de Ciencias de China manifestó que se inspiraron para buscar algas debido a la incidencia relativamente baja de Alzheimer entre las personas que lo consumen regularmente.

En un artículo de la revista “Cell Research”, el equipo de Geng describió cómo un azúcar contenido en las algas suprime ciertas bacterias contenidas en el intestino que pueden causar degeneración neural e inflamación del cerebro, lo que conduce al Alzheimer.

Este mecanismo fue confirmado durante un ensayo clínico llevado a cabo por Green Valley, una compañía farmacéutica con sede en Shanghai que será la responsable de lanzar el nuevo medicamento al mercado. Una buena noticia para la sociedad y los afectados, ya que Johnson & Johnson, Merck, Pfizer y Eli Lilly han abandonado proyectos para desarrollar un medicamento contra el Alzheimer después de datos clínicos insatisfactorios.

¿Cómo dieron con resultados positivos?

Realizado en 818 pacientes, un ensayo clínico encontró que Oligomannate, que se deriva de las algas pardas, tiene capacidad para mejorar estadísticamente la función cognitiva entre las personas con Alzheimer en tan solo cuatro semanas, según recoge un comunicado de Green Valley.

"Estos resultados avanzan nuestra comprensión de los mecanismos que juegan un papel en la enfermedad de Alzheimer e implican que el microbioma intestinal es un objetivo válido para el desarrollo de terapias", apunta en una declaración el neurólogo Philip Scheltens, que asesora a Green Valley y dirige el Centro de Alzheimer de Amsterdam.

Vincent Mok, quien dirige la división de neurología en la Universidad China de Hong Kong, sostiene que el nuevo fármaco ha mostrado "resultados alentadores" en comparación con los inhibidores de la acetilcolinesterasa, el tratamiento existente para el Alzheimer leve a severo. "Es igual de efectivo pero tiene menos efectos secundarios", comentó en declaraciones a la cadena CNN. "También abrirá nuevas vías para la investigación del Alzheimer, enfocándose en el microbioma intestinal".

Aún no se conocen con seguridad los mecanismos del nuevo medicamento, por lo que Mok asegura que también se debe investigar para ver si tendría un efecto protector y posiblemente retrasar la progresión de la enfermedad en pacientes que aún no han desarrollado síntomas fuertes de demencia.

Pequeños pasos que invitan a la esperanza

La compañía ha apuntado que Oligomannate estará disponible en China "muy pronto", y actualmente está buscando la aprobación para comercializarlo en el extranjero, con planes de lanzar ensayos clínicos de fase III en Estados Unidos y Europa a principios de 2020.

Según la Organización Mundial de la Salud, se cree que la enfermedad de Alzheimer, que comienza con la pérdida de memoria y aumenta a daño cerebral severo, causa del 60% al 70% de los casos de demencia reportados en todo el mundo. La demencia afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo, incluidos 9,5 millones de personas en China continental, Hong Kong y Taiwán.