¿Es efectivo el control de temperatura?

Los turistas que llegan a España deben someterse a tres controles primarios: uno de temperatura, que no debe sobrepasar los 37,5 grados; un control documental, con un formulario de preguntas sobre su procedencia, si han pasado el Covid y su dirección de destino para poder localizarlos; y por último, un control visual para detectar posibles síntomas compatibles con el coronavirus. Si no pasan estos controles, el turista será derivado a los sistemas sanitarios de la comunidad correspondiente.

Pero estas tres medidas, ¿realmente sirven para algo? Según el experto en Salud Pública y Decano de la Universidad Rey Juan Carlos, Ángel Gil de Miguel, «son poco útiles, algo similar a cuando vas a EE. UU y te preguntan cosas absurdas. Creo que buscan un efecto más disuasorio y de responsabilidad individual».

En el caso del control de temperatura, ya antes de declarar el Estado de Alarma, Fernando Simón, dijo que no eran efectivos y que daban falsa sensación de seguridad. Una vez pasada la pandemia, Sanidad ha decidido implementarlo. «No sirve para mucho, la temperatura puede subir hasta los 37,5 grados por muchas cosas, una simple gastroenteritis», responde Gil de MIguel. Sobre el control de documental, considera que «se trata más de una declaración de buenas intenciones sin validez alguna» y sobre el control visual «algo peligroso, que nos convierte en espías del resto, vigilando si tose si respira con dificultad».

Para implementar este triple control, el Gobierno ha reforzado los servicios de Sanidad Exterior. A las 600 personas destinadas a ello, de los que 150 son médicos y enfermeros, se suma ahora un primer contingente de 100 personas. Según Sanidad, el número podría incluso elevarse si fuera necesario.

Las pruebas PCR no están contempladas y solo se realizarán a las personas que presenten síntomas o aquellos que considere oportuno el personal sanitario de acuerdo a los protocolos establecidos.