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Estudio

Mezclar bebidas energéticas con alcohol aumenta el riesgo de accidentes

Un trabajo español concluye que los refrescos con alto contenido de cafeína no son capaces de contrarrestar los efectos perjudiciales del alcohol en las habilidades para conducir, el tiempo de reacción o la coordinación entre vista y motricidad

Jóvenes en un botellón
Jóvenes en un botellónlarazon

Mezclar bebidas energéticas con alcohol, incrementa el nivel de alcohol en la sangre y produce un falso estado de seguridad en los conductores, lo que aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tráfico, según un estudio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y del Instituto de Ciencias de la Salud Germans Trias i Pujol (IGTP), de Barcelona.

La investigación, que publica la revista “International Journal of Neuropsychopharmacology”, detalla que las bebidas energéticas, debido a su alto contenido de cafeína, reducen el efecto sedante del alcohol pero mantiene sus efectos negativos sobre la capacidad para conducir, mientras que la combinación de las dos bebidas incrementa las concentraciones en sangre de alcohol y cafeína.

Financiado por la Dirección General de Tráfico (DGT), el trabajo, el primero que estudia esta relación, ha comprobado que combinarlas puede provocar una predisposición a conducir a pesar de tener las capacidades para hacerlo disminuidas. “El estudio concluye que la mezcla de bebidas energéticas con alcohol, que está muy de moda entre la población más joven, predispone a conducir bajo los efectos del alcohol. Pero estas bebidas con alto contenido de cafeína no son capaces de contrarrestar los efectos perjudiciales del alcohol en las habilidades para conducir, el tiempo de reacción o la coordinación entre vista y motricidad”, ha resumido la autora principal del trabajo, Clara Pérez-Mañá.

El estudio

Para hacer el estudio, los investigadores analizaron el comportamiento y reacciones de 16 voluntarios jóvenes y sanos, a quienes, en diferentes sesiones, se les suministraron diferentes bebidas: solo alcohol (60 gramos, el equivalente a tres combinados); alcohol mezclado con bebidas energéticas (también el equivalente a tres latas o 240 gramos de cafeína); y solo bebidas energéticas o agua.

A todos los sometieron a diversas pruebas subjetivas y objetivas para analizar su estado y rendimiento, y les hicieron análisis para comprobar sus concentraciones de alcohol y cafeína en sangre. El resultado fue que, aunque añadir las bebidas energéticas disminuía el efecto sedante del alcohol y mejoraba ligeramente el rendimiento de los voluntarios, sus concentraciones de alcohol en sangre seguían indicando que no estaban en condiciones de conducir.

De hecho, ellos mismos reconocieron estar igual de embriagados habiendo ingerido solo alcohol o en combinación con varias latas de bebida energética. Sin embargo, según los investigadores, el efecto estimulante de las bebidas basadas en cafeína les hacía estar más predispuestos a hacerlo, lo que comporta un riesgo elevado de poder sufrir o provocar un accidente de tráfico, puesto que sus capacidades para conducir estaban claramente afectadas por la ingesta alcohólica.

Mayores tasas de alcoholemia

Por mucho que se combinen las dos bebidas, si se conduce se sigue estando en peligro. Mezclarlas hace que se sopesen peor las condiciones para saber si se puede conducir o no”, ha apuntado Pérez-Mañá.

Los análisis a los voluntarios también revelaron que las concentraciones de alcohol en sangre eran mayores cuando se había consumido alcohol con bebidas energéticas: en sangre, el pico fue de 0,75 gramos por litro (g/l) con alcohol solo, y de 0,84 g/l en combinación con estas bebidas, concentraciones que se corresponden con un estado de embriaguez moderada.

En aire espirado -la prueba que se practica para estimar la alcoholemia de un conductor en un control- policial, fueron, respectivamente, de 0,38 mg/l y 0,40 mg/l -los límites legales en España son de 0,5 g/l en sangre y de 0,25 mg/l en aire espirado, umbrales que son menores en conductores novatos (0,3 g/l y 0,15 mg/l)-. También se incrementaron las concentraciones de cafeína en la sangre de los voluntarios, puesto que el alcohol inhibe su metabolismo, es decir, la capacidad del cuerpo para eliminarla. Según los médicos, todo ello supone un riesgo añadido en personas con baja tolerancia al alcohol y la cafeína ya que puede favorecer las intoxicaciones.