Rebelión en la Organización Mundial de la Salud

Se ha celebrado la 75 Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el sorprendente resultado de que el bloque africano más los Brics (China, India, Rusia y Brasil) tumbó la propuesta de Biden de permitir que la OMS pudiera imponer lo que hasta hoy solo podía recomendar: cierre de fronteras, mascarillas obligatorias, pasaporte sanitario, código QR, confinamientos, vacunas, etcétera, amén de capacidad de censurar informaciones contrarias al «interés general».

Censura que ya viene siendo una realidad, pues se ejerce a través de las plataformas de redes, controladas por las big-media, las big-farma, las grandes tecnológicas y los principales fondos de inversión, en su mayoría anglo-americanos. Este poder se le pretendía dar a un ente que no ha sido elegido por nadie. La Fundación Bill y Melinda Gates es el segundo mayor contribuyente de la OMS, y la Fundación Gavi, Alianza por las Vacunas, también de Gates, el sexto. El bloque africano de 47 países, más los Brics, representan a más de 50 por ciento de la población mundial, y en la Asamblea se rebeló y tumbó la propuesta anglo (USA + GB + Canadá + Australia y la UE) para que la OMS se convierta en autoridad sanitaria con poder global.