Entrevista

Pablo Zumaquero: «Las verdades categóricas en Nutrición siempre suelen ser mentiras»

Entrevista a Pablo Zumaquero, dietista-nutricionista y autor del libro «El lunes ya empiezo la dieta» (Editorial Planeta)

Pablo Zumaquero
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El título del nuevo libro de Pablo Zumaquero es una frase tan repetida como real: «El lunes ya empiezo la dieta», algo que todos hemos dicho alguna vez.

¿Por qué seguimos tropezando con la misma piedra un lunes tras otro?

Porque entendemos la dieta como algo temporal. Hacemos el paripé unas semanas tras un reto muy ambicioso que nos obliga a hacer cambios radicales. Eso nos frustra y abandonamos, pues se trata de una tortura y volvemos a comer mal. Es un círculo vicioso.

En su libro aconseja mejorar un hábito concreto por semana y tras afianzarlo seguir con otro. ¿Así sí funciona?

Al menos en la consulta he comprobado que sí. La clave está en hacer cambios progresivos y con la visión a largo plazo, porque comer mejor es para toda la vida.

¿Qué es lo que más nos boicotea?

La motivación demasiado laxa y débil. Para hacer unos cambios necesito estar motivado y eso exige esfuerzo y tiempo. El segundo factor que más nos boicotea es el entorno.

¿Y qué solución hay frente a ello?

Tener claro por qué cambia la vida cuando mejoramos nuestra dieta. El peso suele ser un factor, pero lo más importante es cuánto varía nuestra salud y cómo nos sentimos.

Díganos cómo se transforma la salud.

A corto plazo se reducen las molestias de gases, la distensión abdominal, el estreñimiento, el reflujo, los ardores... Sabemos que mejora patologías como la osteoporosis u otros síndromes metabólicos. A medio plazo, sentirnos más ágiles y activos hace que hagamos más actividad física. Todo esto hace que el estado de ánimo también mejore muchísimo. Está demostrado que la alimentación de mala calidad es más proinflamatoria y genera ansiedad y depresión. En definitiva, nos ayuda a tener menos dolores, mejor ánimo, reducir la medicación, mayor calidad del sueño... Todo esto sí que compensa.

¿Cuál es el mayor peligro de iniciar una dieta el lunes y olvidarla cada viernes?

Hay consecuencias fisiológicas, porque cuando sometemos al cuerpo a una restricción de calorías se defiende reduciendo la masa muscular, cambiando el metabolismo... Y por otro lado, hay secuelas psicológicas que implican ver la comida sana como una tortura.

Precisamente en su libro dice que no ir al psicólogo es de locos. ¿Una mala relación con la comida merma la salud mental?

Exactamente. Muchas veces no es una cuestión nutricional, sino que detrás hay un problema psicológico que hay que tratar.

Ahora sabemos más de alimentación, pero la obesidad sigue disparada en España. ¿Una receta rápida frente a ello?

Que nuestra dieta debe basarse en cosas que no llevan etiqueta, como una fruta, unas legumbres o un tomate. Y, si la tienen, cuanto más corta sea, mejor.

¿Dejarse llevar por el marketing en el súper juega en contra de nuestra salud?

No solo juega en contra de nuestra salud, sino de nuestro bolsillo. Los productos muy específicos, raros, que cuestan un dineral, no tienen ningún beneficio añadido. Pero decir ciertas verdades es complicadísimo por culpa de la industria de la alimentación, que es muy potente y peligrosa.

Hace años se imponían las cinco comidas al día y ahora se venera el ayuno intermitente. ¿Cómo explica estos bandazos?

Las verdades categóricas en Nutrición siempre suelen ser mentiras, porque hay matices, pero estos no venden. Hay mucha gente interesada en dar información errónea para vender más. En cuanto al ayuno, se ha demostrado que tiene ciertos beneficios, pero se han exagerado a tope, al igual que los riesgos. No nos va a pasar nada por no comer durante 16 horas, pero tampoco cura enfermedades. Hay mucho humo alrededor.