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Neurotecnología

Aplicar descargas cerebrales mejora el aprendizaje de las matemáticas

Un estudio con 72 adultos sanos demuestra que la estimulación transcraneal les ayudó a resolver problemas de manera más eficiente

Hoy en día, se puede observar de manera clara cómo responden las distintas áreas cerebrales ante la toma de decisiones larazon

Un antiguo refrán aseguraba que "la letra con sangre entra", dando por sentado que para adquirir conocimiento son necesarias técnicas en las que se contemplaba el castigo físico. Superado, afortunadamente, este supuesto ahora una nueva investigación podría ser la versión actualizada del dicho, a saber: "las matemáticas, mejor con corrientes eléctricas".

Y es que un estudio, dirigido por la Universidad de Surrey, en Reino Unido, publicado hoy en "PLoS Biology", asegura que la estimulación cerebral segura, indolora y no invasiva podría ayudar a las personas que corren el riesgo de quedarse atrás en matemáticas.

Parece sacado de una película de ciencia ficción -recuérdese, por ejemplo, las imágenes de "Matrix", donde los protagonistas se descargaban un programa en el cerebro y automáticamente aprendían destrezas que hasta entonces no tenían- pero es real y el trabajo ha descubierto que la aplicación de corrientes eléctricas seguras a la corteza prefrontal dorsolateral (dlPFC), una región involucrada en el aprendizaje y la memoria, el enfoque y la resolución de problemas, ayudó a las personas de entre 18 y 30 años a resolver problemas de matemáticas de manera más eficiente.

El estudio

Un total de 72 adultos sanos participaron en un programa de entrenamiento matemático de cinco días: 24 recibieron estimulación cerebral conocida como estimulación transcraneal con ruido aleatorio (tRNS) dirigida a la corteza prefrontal dl; 24 recibieron tRNS sobre la corteza parietal posterior; y 24 recibieron una versión placebo (simulada) del tratamiento. Esto permitió a los investigadores comparar los efectos de la tRNS en diferentes regiones cerebrales con un grupo placebo.

El estudio demostró, mediante escáneres cerebrales, que las personas con una mayor conectividad cerebral entre la corteza prefrontal dl y la corteza parietal posterior obtuvieron mejores resultados en tareas de aprendizaje matemático. Posteriormente, demostraron que la tRNS sobre la corteza prefrontal dl mejoró significativamente los resultados de aprendizaje en personas con menor conectividad cerebral natural entre esta región y la corteza parietal posterior, un perfil neurobiológico asociado con un aprendizaje deficiente.

Las mejoras también se relacionaron con niveles más bajos de GABA, una sustancia química cerebral implicada en el aprendizaje. El mismo equipo de investigación había demostrado previamente que el GABA influye en el aprendizaje de las matemáticas desde la infancia hasta la edad adulta, incluyendo la educación secundaria.

Nueva vía de enseñanza

"Hasta ahora, la mayoría de los esfuerzos para mejorar la educación se han centrado en cambiar el entorno —formando al profesorado, rediseñando los planes de estudio—, ignorando en gran medida la neurobiología del alumno. Sin embargo, un creciente número de investigaciones ha demostrado que los factores biológicos suelen explicar los resultados educativos en matemáticas con mayor fuerza que los ambientales. Al integrar perspectivas de la psicología, la neurociencia y la educación para desarrollar técnicas innovadoras que aborden estas limitaciones neurobiológicas, podemos ayudar a más personas a alcanzar su potencial, ampliar el acceso a diversas trayectorias profesionales y reducir las desigualdades a largo plazo en materia de ingresos, salud y bienestar", asegura el profesor Roi Cohen Kadosh, autor principal del estudio y director de la Facultad de Psicología de la Universidad de Surrey.

Estos hallazgos apuntan a una base biológica para el «efecto Mateo», la tendencia de quienes empiezan con ventaja en la educación a seguir progresando, mientras que otros se quedan aún más rezagados. El estudio sugiere que la estimulación cerebral dirigida podría ayudar a superar esta brecha.

Mientras el Reino Unido busca mejorar las habilidades matemáticas en toda la población, especialmente en los adultos jóvenes, esta investigación básica -y otra futura en muestras más grandes fuera del laboratorio- podrían ayudar a dar forma a las políticas futuras al mostrar cómo el apoyo personalizado, centrado en la actividad cerebral, puede hacer que el aprendizaje sea más justo y efectivo.