Entrevista

Beatriz Larrea: «El mayor pirómano del organismo es el estrés»

Entrevista a Beatriz Larrea, autora del libro «Apaga tu cuerpo en llamas en 30 días»

Beatriz Larrea
Beatriz LarreaE. PerisE. Peris

Nutricionista holística, Beatriz Larrea aporta en su última obra, titulada «Apaga tu cuerpo en llamas en 30 días», un enfoque integral de la salud a través de un cambio de hábitos. No es solo comer bien, sino también practicar deporte, descansar y saber manejar el estrés.

¿Por qué nuestro cuerpo está en llamas?

Por infecciones latentes o agudas, químicos medioambientales, estrés, mala alimentación, emociones negativas, falta o exceso de ejercicio o mala calidad de sueño. Todo esto genera un estrés en el cuerpo, lo que activa a nuestro ejército interno, el sistema inmunitario, representado por las fuerzas armadas de tu país junto con armas de fuego. Cada vez que se activa el sistema inmune es una batalla que enciende a tu cuerpo en llamas.

¿Y qué papel juega el envejecimiento?

La inmunosenescencia es cuando tu sistema inmunológico comienza a envejecer, reduciendo su capacidad de detectar y combatir agentes externos. Dentro del centro de la inmunosenescencia encontramos la inflamación. El híbrido entre la inflamación y el envejecimiento, llamado «inflammaging», está relacionado con enfermedades crónico-degenerativas, lo que finalmente desemboca en fallo de algún órgano y la muerte.

¿Son dos enemigos de la salud?

La inflamación es la fuerza que hay detrás del envejecimiento y el envejecimiento es el principal factor de riesgo para todas las enfermedades que azotan el mundo occidental, robándonos calidad y cantidad de años de vida. Así que, si juntas un estilo de vida insano, más el proceso de envejecimiento, «boom» tu cuerpo en guerra y las guerras son sucias y destructivas. Si tu cuerpo está en guerra pone en pausa todos los procesos que nos interesan como desintoxicar, depurar, rejuvenecer y reparar. Esto da pie a un envejecimiento acelerado y es un factor de riesgo para toda enfermedad crónica degenerativa. El popurrí de patologías que azotan y envejecen precipitadamente a nuestra sociedad tienen como denominador común a la inflamación sistémica.

¿También es culpable de las patologías neurológicas?

Se ha demostrado que la inflamación local tiene una relación directa con la aparición y el desarrollo de diferentes enfermedades degenerativas neurológicas como alzhéimer, párkinson, esclerosis lateral amiotrófica o ELA y esclerosis múltiple.

¿Y de las de la esfera mental?

Sabemos que, por ejemplo, las personas con depresión tienen niveles más altos de proteína C reactiva e interleucinas inflamatorias. Los expertos no saben si la inflamación está causando la depresión o la depresión provoca la inflamación, pero de que el cerebro está en llamas sí están seguros.

Pero el envejecimiento es implacable y ante eso no podemos hacer nada... ¿Qué herramientas están a nuestro alcance?

Todos vamos a envejecer, claro, pero lo que se intenta con la nueva medicina y nutrición anti-aging no es frenarlo, sino alargar la expectativa de vida saludable. Tenemos cientos de artículos científicos que demuestran que la correcta gestión del estrés, una dieta antiinflamatoria, el sueño, un estilo de vida activo, la modulación de la microbiota, el ayuno, hormesis, ciertos bomberos y estrategias mentales no solo reducen la inflamación sistémica, sino que retrasan el proceso biológico del envejecimiento manteniendo en forma el sistema inmune.

¿Qué es lo más peligroso que le hacemos al cuerpo?

El mayor pirómano es el estrés. El crónico, por sí solo, puede generar inflamación sistémica sin la aparición de virus o bacterias y, además, acentúa los comportamientos que le echan gasolina al fuego como insomnio, depresión, mala alimentación, emociones negativas, aislamiento y vida sedentaria.

¿Qué herramienta nos recomienda?

El plan de mi libro es de cuatro semanas y en cada una doy consejos y recetas para acompañar al lector en un viaje que puede trasformar su presente y su futuro. Este cuaderno de trabajo será diferente para cada persona, porque todos tenemos una trayectoria distinta y diversas fortalezas y debilidades. Por eso, les invito a que lo personalicen. También tengo una semana para cuando no se sientan bien o con la energía suficiente.

¿Qué alimentos no nos deben faltar?

Legumbres, fermentados, alcachofas, aceite de oliva, té verde, pescado, frutos rojos, alcaparras, café, granada y semillas.